—Witzy, Witzy araña subió a su telaraña, vino la lluvia y se la llevó...
Cantaba un pequeño Jungkook de cinco años, brincando sobre los charquitos de agua formados en la acera fuera de su casa.
Su bonito impermeable de dinosaurio color azul luciendo junto con sus botitas de caucho de un color azul más intenso.
Jeon chapoteaba sobre el agua de colores dudodos, manteniendo la mirada baja, concentrado en las gotitas de agua regadas en sus brillantes botas.
Se sentía triste.
Justo ese día, su lindo Taehyungie había herido sus sentimientos, aunque probablemente ni siquiera había sido consciente.
Jungkook de verdad esperaba que Kim lo escogiera para estar en su equipo de juego en la caja de arena, realmente quería estar un ratito con Taehyung, pero este lo había ignorado de una forma muy dura, y había dejado que el pequeño azabache quedara solito.
Nadie quiso compartir equipo con Jungkook.
Por eso mismo, había llegado a casa siendo un mar de interminables lágrimas, aguacero de sus ojos que cesó gracias a los cariñosos mimos que su madre le había dado, distrayéndolo de sus sentir preguntándole cualquier otra cosa trivial.
Pero su corazoncito aún dolía, dolía mucho.
La idea de que Taehyung de verdad no lo quisiera ni cerca, jamás había cruzado por su mente de infante, era algo que él consideraba ilógico.
Y ahora estaba allí, jugando afuera totalmente solo, luego de haber esperando entusiasmado a que la lluvia cesara, para así poder jugar con Taehyung.
Pero no fue así. El mencionado, que estaba de visita esa tarde en su casa, se negó rotundamente a jugar con Koo, dejándolo nuevamente solo, con el corazón adolorido y el ánimo en el piso.
—Ya me aburrí... —suspiró el azabache chiquito, pateando con pereza un hoja empapada frente a él.
Sus ojos viraron hacia la ventana de su hogar, de donde se veía a su madre y a la de Tae haciendo la cena, y el pequeño Kim también estaba allí.
Se veía... triste, aburrido tal vez.
Pronto, por impulso de una cálida corazonada, corrió a la puerta de su casa, ingresando, siendo cuidadoso de dejar afuera sus botas sucias e impermeable, poniéndose sus calientitas pantuflas a penas entró al grato calor.
—¡Mami, ya volví! —avisó sonriente, con el ánimo elevado al cien, corriendo a la isla de la cocina, lugar donde su pequeño gran amor permanecía sentado, con su carita apoyada en su palma.
Sonrió aún más grande que antes, acercándose despacio y con sigilo al mayor, picando su pancita juguetón.
—¡Jungkook! ¡No vuelvas a hacer eso! —Taehyung le gritó, le gritó tan molesto e irritado que los ojitos de Jeon parecieron apagarse de momento, así como su sonrisa.
—¡Kim Taehyung! —esta vez su madre reprendió, en un llamado de advertencia, siguiendo por cortar vegetales, eso cuando la madre de Jungkook le restó importancia al asunto con una seña.
—Buuuh, qué aburrido. —bufó el azabache, cruzando sus bracitos sobre su pecho, ocultando el pequeño dolor que sintió ahí.
Taehyung simplemente viró los ojos, volviendo su vista a la nada.
—TaeTae. —llamó Koo, interrumpiendo su silencio.
El mayor lo miró irritado, quedando pasmado cuando el chiquillo se acercó rápidamente, dándole un pequeño beso en su regordeta mejilla, abrazándole por el cuello con fuerza.
—No te enojes conmigo, yo te quiero mucho. —susurró el azabache, besando más veces la carita roja de Taehyung, que había quedado helado.
No supo en qué momento se encontró a él mismo acurrucándose en el calor que el cuerpo de Jungkook le regalaba con amor...
💭 ˖ ࣪﹟
—Oh por dios, ¡Taehyungie, bebé!
Los ojos de Jungkook se hicieron más grandes, soltando un cansado suspiro al por fin haber encontrado a la persona que ya llevaba media clase buscando.
Definitivamente no le importaría un regaño y un citatorio, interesaba más su bolita de felicidad.
El alivio invadió la anatomía de Jeon, corriendo hacia Kim, que permanecía con la mirada perdida, sentando en una de las bancas en el patio de su escuela, más ido que presente.
Se sentó a su lado, inmediatamente guiando su mano a la ajena, enredando sus cálidos dedos con los fríos de Taehyung, apretando su mano en señal de que estaba allí, para él.
—Oye... ¿estás bien? si quieres puedo comprarte un dulce, podemos irnos de aquí, podemos ir a comer para que te sientas mejor.
Insistió en ello como primera opción, no ganando más que un aburrido bufido de Kim, mismo que apartó su mano de la de Koo a penas notó el contacto.
—No te sientas mal, Jungkook, pero de verdad no tengo ganas de lidiar contigo, vete.
Y Jeon creyó sentirse triste, evadiendo el sentimiento, acercándose más, tomando del mentón del mayor, hasta atraer sus ojos miel a los propios.
Sonrió, con los dientes de conejito más adorables que puedan existir, desplazando su mano a la mejilla de Taehyung, lugar donde acarició con dulzura.
Kim se perdió, tan anonadado ante el calor de los toques, dejando que aquellos mimos calmaran el dolor de su pecho.
Un beso fue depositado en su nariz, siendo Jungkook el único responsable.
El azabache rió apenas, viendo el entrecejo arrugado de Taehyung ante su acción.
—¿Necesitas un abrazo? —ofreció en voz baja, su nariz pegada a la del mayor, rozándolas de lado a lado en un adorable beso esquimal.
Kim sintió sus ojos picando. Claro que necesitaba uno.
Estaba a nada de negarse, viéndose interrumpido cuando los delgados pero fuertes brazos de Jungkook lo envolvieron, dejando que sus negativos pensamientos se evaporaran.
Respiró, inhalando el aroma a bebé que Jeon desprendía por todas partes, sus manos adueñándose de la pequeña cintura, apretándola.
Dejó descansar su cabeza sobre el pecho de Jungkook, ese cálido lugar que lo recibió gustoso, suaves caricias llenando su cabeza.
El corazón de Jeon estaba acelerado, Taehyung lo sentía, sonriendo mínimamente ante aquello.
El calor de de Jungkook, sin duda siempre le resultó reconfortante.
♡ • • •
notita: del "separador" hacia abajo, ya marca la actualidad, la parte de narración de ellos de chiquitos acaba allí, por si no se entendía akdja.
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future husband ︎ʚɞ taekook
Fanfic• • • ♡ ˊˎ- | Taehyung supo que su vida sería complicada desde el momento en que aquel chiquillo de ojitos grandes y sonrisa angelical lo nombró su: 'futuro esposo'. Y eso que, al hacer esa promesa, solo tenían seis años. O donde Jungkook es un riq...