future husband ︎ʚɞ taekook

08

Gruñendo bajo, con una fuerte molestia en su sien, Taehyung por fin desvío su mirada rabiosa de aquella escena que le estaba costando asimilar, enfocándola ahora en la chica de cabello de un rojo chillón, sentada a su lado.

—Y sinceramente no sé si ir, digo, Min es agradable conmigo hasta cierto punto y... —vaciló Jimin, callando en cuanto vio que ninguno de los tres presentes en la mesa estaba escuchándole.

Tronó su lengua dentro de su boca, ceñudo al notar que Taehyung mimaba a Joy, pero volvía su mirada de reojo a su costado, justo a la mesa donde Jungkook permanecía sentado.

Claro que, para su sorpresa, no estaba con Yoongi, ni solito tampoco.

Un chico grandulón y luciendo bastante musculatura, estaba sentado a la par, mirándole con adoración y mejillas rojas. Gesto que se volvía uno duro y serio cuando los luceros del azabache le veían.

—Ajá, ¿entonces lo vas a acompañar o no? Mimi, yo te estoy escuchando. —murmuró la voz tranquila de Nam, elevando su vista al rubio, dejando a un lado el libro donde tenía la nariz metida.

Le sonrió, dejando que sus dos bonitos hoyuelos cautivaran al rubiecito, y le provocaran una risa corta.

Jimin le sonrió de vuelta, agradecido.

—No sé, siento que quiero pero no quiero, además-

—Jimin, —interrumpió la aniñada voz de Joy, mirándole a través de sus espesas pestañas. Enfurruñado, el nombrado calló, y le concedió una mirada. —Dame tus papas, quiero.

Ante la petición, un gesto indignado y ofendido se postró en el de gorditas mejillas.

—Claro que no, son mías, si tanto quieres, consigue las tuyas o manda a tu jodido "novio" a comprarte unas. —defendió exaltado.

Le ponía de mal humor en sobremanera el que una persona no dijera "Por favor", o siquiera fuese amable. Además de que Joy no le agradaba al cien, por cierto.

Vio un puchero en los labios de la chica, y luego siguió sus movimientos, viéndola ponerse de pie rabiosa, quitando con brusquedad el brazo de Taehyung de sus hombros, y saliendo a pasos pesados de la cafetería escolar.

Los dos presentes en la mesa, esperaban ver al castaño ponerse de pie y seguirla, pero no lo hizo.

La mirada de Kim seguía clavada en Jungkook y ese tipo de mechas púrpuras.

Pero, en cuanto Jeon sintió la pesadez de sus ojos, viró su mirada a él, ocasionando que todos los sentidos de Taehyung se pausaran.

Como esperó, el azabache desvío su mirada a los tres segundos, bajándola a su comida.

—Me jode. —expresó en un bufido, sentándose correctamente, alejando su vista del par de muchachos. —¿Qué putas me miran?

Nam y Jimin negaron, tanto extreñados como incómodos por la grotesca actitud de Kim.

Apretando los puños, Taehyung comenzó a comer, ceñudo y con el rostro ardiendo en enfado.

[...]

Contando los segundos para que el timbre sonara, Taehyung se encontraba impaciente, ansioso de salir corriendo y buscar a Jungkook.

El nombre del chico de rayitos morados no aparecía en la lista de su cerebro, pero su rostro se le hacía familiar.

No tenía la idea completa de quién era, pero le había amargado por completo el día verlo tan cerca de Jeon.