Kim&Jeon ©

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TaeHyung lloró desconsoladamente luego de imaginarse el rumbo que habrían llevado sus vidas si JungKook todavía estuviera con él.

Tantas cosas que aún tenían por hacer, tanta vida por delante. Todo se había arruinado en un solo día y no podía dejar de culparse. Todo era su culpa. Todo.

Sacó su celular, ignorando el dolor en su corazón al ver su fondo de pantalla. Todos aquellos detalles en su vida solo hacían que todo fuera peor, pero no hacía nada por cambiarlo.

Primer audio: "Está lloviendo. Te encantaba la lluvia, te gustaba sentarte a un lado de la ventana y solo ver las gotas caer. Hoy estoy sentado aquí yo solo."

Segundo audio: "Siempre me sentaba entre tus piernas, una mantita nos cubría y nos besábamos. Creo que me tengo que conformar con mi soledad."

TaeHyung apagó su celular y lo guardó en el bolsillo de su chamarra. Se limpió las lágrimas que cubrían sus mejillas e intentó respirar, mirando hacia abajo, mirando la vereda.

Muchos carros pasaban, muchas personas lo hacían, todos ellos siendo ajenos a su presencia en el último piso del edificio, a su sufrimiento. Tal vez alguien lo había visto, tal vez lo ignoraban, tal vez esperaban a ver si saltaba o si se arrepentía.

Se levantó, se paró en el borde. Iba a saltar. No tenía nada más por hacer. Él quería estar con JungKook, no quería saber nada más de nadie. No podía seguir.

Estiró uno de sus pies hacia el vacío. Sintió vértigo, pero cerró fuertemente los ojos y se dejó llevar por la brisa que chocaba contra su espalda. Se dejó caer.

Su estómago se revolvió, su corazón latía fuertemente. A pesar de todo, no se atrevió a mirar, solo esperó a que todo acabara, solo esperó el golpe.

Suavidad fue lo que lo recibió. Se sintió confundido, mareado. Entreabrió los ojos, buscando saber qué había pasado.

Encontró el rostro de JungKook mirándolo con una sonrisa. Él lo había atrapado en su caída, estaba entre sus brazos. "TaeHyung" escuchó. Lloró, abrazando el cuerpo de su novio, sintiendo aquellos fuertes brazos rodear su cintura. "TaeHyung" de nuevo. Era su voz, era real, era él.

—JungKookie. —sollozó, besando sus mejillas, su frente, su nariz. Pasando sus manos por su sedoso cabello azabache, sintiéndolo tan vivo. —JungKook.

—Soy yo. —le sonrió dulcemente, aquella sonrisa que veía todas las mañanas al despertar y todas las noches al ir a dormir. —Sabía que ibas a venir conmigo.

—JungKook. Te amo. —soltó una risa, estrechándolo con fuerza. No lo soltaría, no quería soltarlo.

—Te amo, TaeHyung. —respondió, buscando sus labios para finalmente besarlo después de tiempo.

Fin.