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*Lo que va en cursivas son partes que no aparecen en el vídeo, son partes que decidieron cortar, pero que considero que son importantes que ustedes lean uwu.
—¡Hola! Somos Kim & Jeon. Éste canal es de mí novio y yo, hacemos todo tipo de contenido, ¡esperamos que se diviertan! —sonríe TaeHyung, y le otorga la palabra al chico que está a su lado.
—El día de hoy, como podrán haber apreciado en el título, vamos a teñir nuestro cabello, probablemente termine mal, siempre vamos a la peluquería para eso. —se encoge de hombros.
—¿Comenzamos? —el menor asiente. —De acuerdo, primero tenemos que decolorar, así que traeré las cosas.
TaeHyung sale de escena, quedando solamente Kook, quién comienza a hablar para que no quede vacío el vídeo.
—Yo me pintaré de rubio, siempre quise ver cómo me quedaba. —ríe hacia la cámara. —Tae dice que lo quiere negro, supongo que le quedará lindo. Aunque todo le queda bien. —murmura, sintiendo los pasos del otro chico acercarse.
Kim deja las cosas sobre la mesa, y mira a su novio.
—¿De qué hablabas? —pregunta, mientras volvía a sentarse.
—De lo mal que te iba a quedar tu nuevo color de cabello. —contestó, y como respuesta obtuvo una fulminada con la mirada.
—Ya... —hizo un puchero, y miró a otro lado.
JungKook no escuchó más respuesta, y al voltear a ver a su novio, supo que en verdad le había afectado.
—Hey, ¿te ofendiste? No lo decía en serio, bobo, todo te queda bien porque eres tú quien lo lleva.
El labio de Tae tembló y Kook al saber que se soltaría a llorar en cualquier momento, acercó su silla a la de él, sus rodillas chocando por la cercanía.
Acunó su rostro en sus manos e hizo que lo mirara a los ojos. —Eres hermoso, ¿si? Mí opinión debería importarte tres hectáreas de pito, porque soy un idiota. Después de todo me gustas tú, no el color de tu cabello o tu forma de vestir. —le dio un besito en la nariz. —Te amo, ¿sí? Aunque te quedes calvo de tanto decolorante voy a seguir amándote, no lo dudes, ¿vale?
Tae asintió y abrazó por la cintura a su pareja, escondiendo su rostro en el cuello del menor, quién comenzó a hacerle mimitos en el cabello.
—Ve a lavarte tu carita y seguimos grabando, ¿o prefieres continuar otro día?
El mayor negó, y sorbió su nariz, alejándose lentamente del más bajito.