Reencarne como la odiada hija de Bellatrix Lestrange

Cap 23- Llorar no es la solución

Cuando abrí mis ojos note que era de noche, mi cuerpo se sentía torpe y tenía mucha hambre, por suerte había una jarra de agua junto a la cama benditos elfos domésticos.

Un poco de luz se podía filtrar de las ventanas, una vez que me asome por la ventana pude ver una gran luna llena, no sabía qué hora era y lo último que quería era estar recostada me dolía la espalda bastante, era momento de meditar que hacer respecto a mi desmayo, era imposible que no exigieran explicaciones, estúpida imprudencia, si decía sobre el dragón Hagrid tendría problemas y si intentaba negarme a decirlo posiblemente el director terminaría utilizando legeremancia, de una u otra forma terminaría dañando a Hagrid, solo podría contar a medias la situación. Era un pésimo plan incluso para mí, pero en realidad no había dañado a otros así que no podría  expulsarme, bueno no estaba segura no era Harry Potter el protegido de Dumbledore...

El fresco aire proveniente de la ventana era relajante combinado de la quietud de los terrenos calmaba un poco de mi creciente ansiedad. No podía regresar a la sala común ya que no sabía si la contraseña era la misma, en realidad no debía moverme a ningún lado ya que tenía que esperar a la enfermera, entonces escuché quejidos y note que la luz estaba encendida y en la entrada estaban la enfermera y McGonagall ayudando a Neville que se veía pálido y lloroso, por un momento se quedaron quietos obviamente no esperaban verme de pie junto a la ventana.

McGonagall abrió la boca y la cerro nuevamente mientras fruncía el ceño por un momento perdida, pero rápidamente retomo lo que debía hacer, llevaron a Neville a otra cama y lo tranquilizaron. La ansiedad volvió a taladrar mi mente y rápidamente cerré la ventana lo más silenciosamente posible y me quedé inmóvil dónde estaba, sin saber que hacer, sería mentir si dijera que estaba bien mis manos temblaban y mi corazón latía como loco, diablos incluso mis piernas se sentían débiles, sin darme tiempo de reponerme.

- Srta. Lestrange venga aquí.

Respire hondo mientras me dirigí a la enfermera que me hizo sentarme, esperando lo que diría a continuación, para mí ansiedad no dijo nada y solo me observó un momento, como asegurándose que si había despertado, me dijo que esperara ahí y se fue a otra habitación, McGonagall también parecía haber ido a algún lado, tal vez a despertar a Dumbledore.

Neville que estaba en la otra cama se oía lloroso, dolor? Pesadillas? Ni idea y no creía pertinente ni amable abrir el dosel que lo encerraba, tal vez verme le causará un mayor malestar. Añadiendo que seguramente me ignoraria o gritaría aún más. Contrario a mis expectativas quien comenzó a hablar tras el dosel fue el.

-T-tu enfermedad es muy grave ?

Hmm? De que rayos habla este niño, ah jodidos niños ahora resulta que atribuyeron mi sangriento desmayo con alguna enfermedad, oh bueno tampoco es muy sano escupir sangre y luego caer al suelo.

-No estoy enferma, solo...  (mi voz sonaba ronca y extraña por el nulo uso en días) Le exigi demaciado a mi cuerpo y colapse, no fue nada grave solo fue algo aparatoso.

-Pero dormiste más de una semana.

...

Oh... Rayos si que dormi, eso fue más de lo que esperaba, iba hablar cuando llegó la enfermera con un plato de... Pure? Papilla? No tenía buena pinta pero cuando lo olí mi estómago gruño, era vergonzoso pero si estuve una semana o un poco más sin comer, creo que cualquier alimento tendría el mismo efecto, comenze a devorarlo por desgracia no me dieron una segunda porción para evitar sobrecargar mi estómago.

Luego de comer la enfermera comenzó a hacer todo tipo de pregunta sobre mi entonces voces familiares se escucharon y la puerta se abrió con la llegada de mis futuros interrogadores nuevamente comenze a aterrarme, Dumbledore se veía apacible como siempre eso era aún peor, por cierto entendía la presencia de McGonagall es la maestra de mi casa pero... Que rayos hacia Snape entre los presentes? Su cara de querer abrir mi cráneo y sacar mi cerebro era muy obvia.