Reencarne como la odiada hija de Bellatrix Lestrange

Cap 24- El movimiento de Quirrell se aproxima

Encontrando un lugar cómodo en un sillón cerca de la chimenea, tome asiento y ojeando las cartas eran de Andre eran seis, revisando las más antigua era al día siguiente a quedar inconsciente la cual era preguntando mi estado, la segunda era similar, la cuarta y quinta eran ya con cierta preocupación, la sexta era de hace 3 días esperaba un contenido similar para mí sorpresa no fue asi, presumiblemente Hermione le mando una contestación, ni idea de que diría pero pedía una pronta respuesta sobre mi despertar y mi estado.
No tenía ni una pizca de sueño así que nuevamente me escabulli al dormitorio y tome tinta, pluma, pergamino y comenze a contestarle a Andre, claro omitiendo mi desventurado dolor con la sangre y contándole mi castigo. Quería ir a la lechuzeria pero viendo la hora solo haría perder puntos a Gryffindor, quería practicar magia pero temia causar algún incidente, y mi castigo ya era lo suficientemente malo como para añadirle más tormento, mientras me perdía en mis divagaciones sin sentido la puerta se abrió y entro Neville en pijama, la ya silenciosa sala común pareció aún más sepulcral.

-Hey Neville, ya estás bien?

-S-si... Tenía dolor pero ya estoy mejor, crei que volverías a la enfermería.

-Nah estoy completamente curada, deberías dormir Neville desvelarse desgasta el cuerpo y es malo para la concentración.

-¿T-tu no dormirás?

-Ahahaha llevo durmiendo casi dos semanas recuerdas? En realidad me duele terrible la espalda. Y no tengo nada de sueño...

Neville se rió un poco y luego se despidió subiendo al dormitorio. Por mi parte hice tiempo leyendo un libro que alguien había dejado en la sala común y sin darme cuenta las horas pasaron y fui a darme un baño un rato después los alumnos comenzaron a levantarse. En mi camino devuelta a la habitación encontré a Hermione la cual se quedó boca abierta y se lanzó y me dió un abrazo armando un gran desastre con sus lágrimas y reclamando me lo preocupada que estaba cuando me desmaye con sangre en la boca y lo asustada que se sentía al ver que no despertaba y que los maestros no le decían que me había ocurrido.

No queriendo entrar en detalles solo expliqué que había sobre esforzado mi cuerpo y colapse por uso excesivo de magia, no quedo conforme con mi palabrería pero mis labios estaban cerrados y dejo de insistir no sin antes darme una mirada herida y llena de reproches.

Al terminar las clases fui a la oficina de Mcgonagall a cumplir mi penitencia por lo que restaba del curso.

Una vez ahí, note que McGonagall estaba muy seria y enojada, tal vez por la charla secreta que tuve con el director o tal vez por mi falta de cuidado y beber sangre no lo sabía, pero me puso a transcribir un gran libro de transfiguración, su oficina estaba completamente silenciosa y solo se podía escuchar la pluma rascando el pergamino y el pasar de las hojas. Mucho tiempo después se acercó a revisar qué tanto iba y me detuvo.

-Señorita Lestrange, puede cerrar el libro, venga aquí y siéntese.

Simplemente me acerque y me senté frente al escritorio que estaba lleno de pequeños objetos, escarabajos, plumas, frutas, vasos con diferentes líquidos, sin saber que hacer la volte a ver confundida a lo cual me explico.

-Quiero que intentes transfigurar o usar cualquier tipo de magia en todo lo que está aquí dime cuándo te sientas cansada.

No sabía el porque hacia esto, tal ves quería ver el límite de mi magia o ver cuanto control tenía en ella, sin entender hice lo que me pidió objeto por objeto botones, agujas, hacerlos levitar en fin  de todo, mientras lo hacía pude sentir claramente que mi cantidad de energía mágica era más abundante, aunque mi manejo era un poco más complicado de manejar, también pude sentir la magia ondular cada que hacía un hechizo, claramente sentía como salía de mi y se infundia en lo que hacía.

Un rato después la profesora me hizo detenerme mientras me veía de forma extraña.

-¿No te sientes agotada? No tienes que forzarte.

-Aun siento que puedo realizar más magia profesora.

Por un momento se quedó sin palabras, recomponiendo su cara levantó todas las cosas regadas con un hechizo.

-Bien, por hoy nos detendremos, veo que te es más complicado realizar magia pero los resultados son más satisfactorios. Sabes que yo soy la jefa de casa de Gryffindor, no tienes que buscar respuestas sola, eres una niña aún confía más en nosotros, nuestro deber es guiarlos.

Confianza? Cómo rayos podría tenerla, el mismo Dumbledore uso su vida por un bien mayor en mundo mágico, uso a Harry un puberto para vencer a Voldemort, uso a snape utilizando el afecto que tenía a Lily, si doy todo de mí nada asegura que no pasaré a ser una pieza de uso y desecho... No sabía bien sobre la personalidad de McGonagall, era claro que era una persona recta y estricta, pero dirigiendome al problema principal, sabía claramente que debería verme extraña devorando información y aprendiendo todo como loca, pero ellos no tenían el conocimiento de los eventos futuros, sería menor la presión si no fuera hija de un peligro potencial como lo era Bellatrix.

Todos esos pensamientos me hicieron perder la compostura y sin poder controlar mi boca solté algunas palabras.

-¿Me creería si le dijera que conozco el futuro? Dígame, ¿Usted me protegerá cuando Bellatrix escape de Azkaban y Voldemort venga? Necesito poder defender o seguramente moriré. Y no me diga que con Dumbledore aquí todo estará bien porque no es eterno!

Me deje caer en mi asiento, bien hecho Elizabeth le gritaste a McGonagall y soltaste tonterías que no deberías, mientras regulaba mi respiración, McGonagall se quedó en silencio y finalmente hablo.

-Todo este asunto, el director lo sabe todo?

-No del todo, si le cuento todo creo que podría generar un efecto en cadena, cambiar situaciones que no necesariamente serían buenas, no quiero joder el futuro pero tampoco quisiera tantas muertes injustas...

-Bien, casi es el toque de queda, vuelve a los dormitorios, mañana volveremos a hablar.

Tal vez me consideraba loca, daba igual en este punto, con algo de tiempo de libertad corrí a la lechuzeria a enviar la carta para Andre, en la sala común había varios estudiantes, hablando y estudiando dirigiendome al dormitorio choque con Hermione, tenía muchas dudas sobre porque estaba con McGonagall omitiendo que era una detención, solo utilize mi semana de atraso para decir que tenía muchas dudas que resolver,  encontrando un lugar comenze a repasar todo lo que me había perdido todo bajo las incesantes quejas de Hermione. Los siguientes días, McGonagall no toco el tema del futuro, ya sea que creía que era mentira o que Dumbledore le dijo que no lo hiciera fue bueno, debo decir que las detenciones fueron bastante productivas, dejé de transcribir los libros y en su lugar me ayudaba a controlar mejor mi magia, era un poco triste no tener tiempo para intentar preparar la poción en mi poder pero no había nada que hacer.

Pronto el caluroso clima nos invadió y los exámenes comenzaron, fue bastante fácil hacer bailar una piña con el profesor Flitwick, cuando entre con Mcgonagall a realizar la transfiguración fui sorprendida ya que no me hizo el mismo examen que al resto en su lugar me hizo convertir un reloj en una corona, oh profesora cruel... la cajita de rapé era pan comido, me tomo con la guardia baja sin más hize lo mejor que pude y debo admitir que me quedo bastante linda, la modestidad no era mi fuerte.

Harry estaba bastante irritable luego de sus dolores, el resto de los exámenes fueron muy tranquilos, tal vez ser un ratón de biblioteca era fructífero ya que fui la primera en terminar el examen de Historia de la Magia, incluso Hermione me vio llena de shock, bueno no solo ella la mayoría se sorprendió o supusieron que la persona que cada día iba a enfermería seguramente dejo vacío el examen.

Quería despejarme un poco con los chicos pero hoy sucedería el evento cúspide de este año y quería saber que haría Dumbledore, es más este evento me haría saber con seguridad cuanta confianza podría depositar en el.