𝓬

2 0 0
                                    

En una tarde, ojos cafés me cautivaron,

Sin darme cuenta, me conquistaron.

Tus ojos, café como el atardecer,

Me roban suspiros sin querer.

Pensar en ellos, noche y día sin descanso,

Desvelos causan, pero no me canso

Por verlos de nuevo, mi felicidad hallé,

El mismo café que me hace desvanecer.

De noche, desvelos y pensamientos,

De día, alegría y nuevos momentos.

Por ese café, seguiré adelante,

Por esos ojos, eternamente amante.

Escritos de la adolescencia:]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora