Mi niñera.

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Me llamo Carlos, tengo 14 años y comenzare a escribir la historia de mi niñera, ella es mi vecina, se llama Roxanne tiene 21 años, vivimos en unos edificios  y bueno desde que vivo ahí mis padres se hicieron amigos de su familia, por lo que tengo una pequeña comunicación con ella.

Y bueno todo comienza cuando mis padres empezaron a tener mas trabajo y a pasar menos tiempo en la casa, por lo que le pidieron a los padres de Roxanne que si podían cuidarme para que no destruyera la casa o algo por el estilo, aunque en realidad creo que eso estaba de mas, yo les decía que no era necesario pues podía cuidarme solo, digo no era que tuviera una gran cualidad para poder hacerlo pero mantenerme vivo en lo que llegaban mis padres si que podía, pero no quisieron, así que les pidieron que me cuidaran  a lo que ellos accedieron. 

Aunque en realidad ellos tampoco estaban pero le pidieron a Roxanne que fuera mi niñera, que bueno no sé si me empezaba a gustar la idea ya que ella era realmente una chica muy bella y se me hacía muy sexy, pero quería hacerme el chico grande con ella y mi mente pensaba que la mejor idea para que ella pensara eso era quedarme solo en mi casa, pero no, ahora cada que llegaba de la escuela llegaba a su casa, pues habían quedado en un trato sus padres, los mio y ella, en que le iban a pagar por cuidarme y en que se le hacía mas fácil que estuviera en su casa donde podría estar al pendiente de mí mientras ella hacía las tareas de la universidad a estar yendo de su casa a la mía. 

Que bueno todo estaba bien, ya que me gustaban mucho sus pies y ella era mucho de usar sandalias entonces disfrutaba mucho de ver sus pies ya que eran muy preciosos.

Me encantaba ver sus pies, y los podía ver casi todo el tiempo, ya que siempre estaba detrás de ella solo para poder verlos, aunque creía yo que parecía un degenerado así que para evitar que sospechara de vez en cuando la dejaba sola, o la ayudaba...

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Me encantaba ver sus pies, y los podía ver casi todo el tiempo, ya que siempre estaba detrás de ella solo para poder verlos, aunque creía yo que parecía un degenerado así que para evitar que sospechara de vez en cuando la dejaba sola, o la ayudaba para disimular. 

Nuestra rutina comenzaba cuando llegaba de la escuela, realmente me apuraba a llegar solo para poder empezar a ver sus pies lo antes posible, tocaba la puerta para que me abriera, la saludaba, dejaba mis cosas me preguntaba si tenía hambre y me daba de comer, en el tiempo que hacía la comida yo solo me quedaba viendo sus pies, siempre la veía usando zapatos abiertos, cuando comíamos dejaba caer mi cuchara o una servilleta para poder verle los pies, era tan excitante para mi poder verlos de cerca... me encantaba.

Luego la ayudaba a a lavar los trastes y entonces hacía mi tarea, ese era el tiempo que la dejaba sola ya que se subía a su cuarto para hacer la suya y yo me quedaba en la sala o el comedor haciéndola, solo de vez en cuando la molestaba cuando no entendía los temas y me ayudaba pero en realidad quedaba igual ya que no ponía atención prefería ver sus lindos dedos del pie a entender el tema y al final acababa buscando ayuda en youtube. 

Al terminar mi tarea me quedaba un rato en el sofa viendo la tele esperando a que ella acabara y bajara a verla conmigo, así hasta que llegaran sus padres o los míos, pero bueno... todo cambio, de la noche a la mañana ya que como adolescente las hormonas empiezan a cambiar y mi necesidad de pasar de ver sus pies a sentir su olor comenzó a ser una urgencia 

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