Kony

490 8 1
                                    

Estaba en mi cama pensando en que era lo que estaba pasando, ¿Qué sucedió?, ¿ella entendía? eran demasiadas preguntas para un niño como yo, no era fácil de entender, solo en mi mente pasaba la ecuación pies y masaje... me era bastante placentero poder saber que por un momento aprecie el olor y la calidez de esos pies tan delicados.


No sabía que iba a pasar mañana, estaba muy entusiasmado tanto que no pude dormir, pensando en las posibles ideas que tenía, talvez se dio cuenta de que le robaba las calcetas o talvez solo me quiere dar una lección, o a lo mejor a ella le gustan las cosas con pies. 

Tenía todas esas dudas en mi mente, por eso al día siguiente a la primera oportunidad que tuve, saliendo de la escuela me fui a corriendo a que me cuidara mi niñera.

toque la puerta 

- puedo pasar?

R-Si claro, adelante

Estaba nervioso, pero ahí estaba ella con unas sandalias que mostraban lo perfecto de sus uñas color negro, que combinaban con la cintilla que sostenía la sandalia, el resto era café que se ajustaba al color de la suela. Era hipnotizante... tanto que no vi cuando me hablo, cuando voltee ella estaba riéndose de mi.

R- Que si ya quieres comer? 

- Ooooo sí si

R- Bueno, vamos y mas adelante te dare un premio

- Un premio?

R- Si un premio, pero debes portarte bien, entiendes

- Si claro que sí

Paso la comida y me porte bien como había pedido Roxanne, me limite a comer sin molestar a nadie, a hacer mi tarea esperando con ansias la posible recompensa que iba a tener eran sus pies si o sí, ya lo sabía estaba mas que obvio que ella ya sabía mi interés por sus pies, si no fueran sus pies y era un dulce o una recompensa algo tonta me iba a enojar mucho.

Paso el tiempo, ella fue hacer su tarea me quede esperando en la sala pacientemente... estaba ansioso... según estaba esperando pacientemente pero la realidad es que me carcomía la  ansiedad de saber cual era mi recompensa, saltaba, jugaba en el sillón. 

Cuando oí la puerta abrirse, me senté y fingí que no había pasado nada. Bajo...

R- Escuche todo lo que hiciste eh.

- Qué?

R- No te hagas no te portaste tan bien, oí el escandalo que tenías desde allá arriba.

- NOOOO, si pero hice mi tarea... no tenía nada que hacer, estaba inquieto, pero me porte bien, lo juro

R- Mmmmm 

- VAMOS, PORFAVOR. SI ME PORTE BIEN, DE VERDAD LO JURO

R- Okey puede que tengas razón

- SI SI SI SI SI SI SI, SI LA TENGO. PORFAVOR DAME MI PREMIO 

R- Esta bien, me sigue doliendo mi pie, así que si puedes hacerme un masaje estaría fenomenal.

- SIIIIIII (sabía que la idea tenía un doble significado lo que estaba sucediendo pero aun así no podía permitirme dejar pasar una oportunidad como esta)

R- Okey adelante, me gusto mucho como ayer decidiste masajear mis pies fue bastante padre. 

- O.... OKEY... Con gusto te masajeo los pies

R- Te parece si me acuesto en el sofá?

- Sí sería lo mejor para que así puedas acomodarte y te relajes

R- JAJAJA okey, si eso es lo que te apetece entonces sí

+se recostó en el sofá y alzo los pies, los tome con cuidado, me puse crema en las manos, listo para reclamar mi recompensa, empecé deslizando mis dedos por esas uñas perfectas, entrando por sus dedos, pasando por todo el talón, dejando marcas de mis rastro por toda su suela, tomaba un color de fuerza que había tenido ese color blanco y rozado, la crema hacía que se deslizara con facilidad y al mismo tiempo no solo disfrutaba de poder masajear unos pies tan perfectos y sensuales, tambien el olor que me daba era asombroso.

En un momento del masaje se puso boca a bajo Roxanne lo cual me daba muchas posibilidades, podía repagarme más sus pies sin pareces un pervertido, si bien el olor era intenso la crema con olor a fresa tapaba mucho del aroma, en un punto Roxanne volteaba solo para ver que no tuviera ideas un poco subidas de tono, lo cual era una buena decisión porque probablemente si las hubiera tenido.

Ella estaba descansando, yo debes en cuando me permitía olfatear mas profundo sus lindos pies, pasaba dedo por dedo no dejaba nada sin tocar, el talón, las suelas, los dedos, el empeine, TODO TODO su pie quería sentirlo, conocer cada centímetro de aquellos y lindos pies. 

No sabía ni que hora era, solo se que mucho tiempo había pasado y no dejaba de sibar y acariciar los pies de Roxanne, que para ser una chica de escuela estaban bien, creo que los limpio o no sé porque en los momentos que tenía lo posibilidad de oler sus calcetas, estaban algo sudadas y el olor era fuerte, pero esta vez no. Si bien sus pies eran especiales y me gustaban había algo que no me parecía perfecto del todo. 

Aún así mis ganas de meterme esos pies tan lindos, rosados y perfectos en mi boca eran inmensos pero sabía que hacer algo como eso en este momento era una muerte segura, si bien me dio la oportunidad de masajearlos la verdad es que esto solo era una prueba o un inicio, al menos eso me gustaba creer.

Yo pensaba en eso cuando sonó su teléfono.

R- Hola amor...

- (amor? cómo que amor?)

R- Si claro que sí, solo dame un momento.

+Se levanto del sofá+

R- Gracias por el masaje lindo +Me beso la frente y se subio a su cuarto+

- Quede perplejo, en un instante todo lo que tenía se fue por su tonto novio, estaba celoso y ese novio suyo me caía mal desde ya, me robo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 12 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La niñeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora