capitulo VII

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Narradora:

la maldición no son sus ojos, la maldición es el deseo carnal, la lujuria que desprende,  ninguna mujer emana tantas cosas en los hombres, existen millones de mujeres, pero cuando un hombre a elegido con quien arder en pasión, nadie se compara. 

Sanzu lo sabia, sabia que la mujer entre sus manos no era comparada con nadie, era una diosa a sus ojos una mujer que el mismo venera como ninguna otra. 

Ran, tenía en la mente que ella era la mujer que amaba, que quería a su lado, a pesar de sus decisiones que lo condenaron a verla desde lejos lo mataba, ella era la mujer que prendía una llama de sensaciones que jamás pensó sentir. 

Alessandro, tenia el peligro entre la vista, lo veía, lo observaba como los hombre con un cargo superior e inferior a el, la idolatraban, la deseaban, Hadi era suya, pero ¿por cuanto tiempo? el confiaba en ella pero no en los hombre que la miraban con lascivia. 

Hadi, la mujer donde miraba el amor de su vida, pero no sabia quien era en realidad, Ran lo fue y aun lo sigue siendo, Sanzu le atraía con la naturaleza de cualquier mujer que miraba a un hombre que se veía atractivo y Alessandro era su arma letal, que manipularía a su antojo, pero sabe bien que no es el único que controlaría 

la chica de ojos diferente se separa de golpe del de cabellos rosas, ella tiene la mirada perdida en el celeste de esos ojos, Ran se acerca a ellos, seriedad que lo caracteriza, se posa atrás de Hadi, tiene frente a frente a su examigo y ahora ya es todo un hombre, paso tantos años que se sintieron días, un niño ya hecho hombre. 

sanzu había cambiado totalmente su apariencia, su cabello corto, que aun se veía largo, era similar al de Rindou solo que rosado, sus orejas llenas de perforaciones, lo adornaban con círculos negros como aretes, sus cicatrices resaltaban totalmente en su rostro, todo para Ran era nuevo, verlo a Él era como ver a alguien nuevo, Sanzu había dejado morir a ese niño donde todo mundo lo pisoteaba. 

Ahora venia, venia a quedarse, venia por ella, venia por esa mujer que lo llego al nivel de obsesionarlo como ninguna otra mujer 

-Que haces aquí haruchiyo - le habla Ran 

Sanzu tenia la vista en el,  ver a su viejo amigo distinto, nada de lo que era de mas joven, pero nada que lo impresionara 

como Hadi, Hadi lo había impactado desde el momento que entro, la mirada se perdió en todo su cuerpo, en sus ojos, en todo lo de ella, se había fascinado mucho mas de lo que ya estaba, el era mas que feliz al estar cerca de ella, de pasar a ser una adolescente, se creo a una mujer que resaltaba la envidia de belleza. 

nunca fue el tipo de hombre de ver a una mujer con tanta atención, pero ella se había gano el infierno de el

-Pues admirando a esta bella mujer - le responde fijando su vista en Hadi - La belleza mas exótica y erotica del mundo 

Hadi no dice nada, es como si se perdió en todo lo que esta pasando 

pero una tercera voz la saca de los miles de pensamientos que se había metido 

-Que placer tener al Rey y al Verdugo, frente a frente - Alessandro se acerco con elegancia, quedando a un lado de ellos

los tres formaban un triangulo, donde Hadi quedaba en medio de los tres. 

El italiano sabia que su mujer estaba en medio de una bestia y un demonio que la tomarían 

-Concigliere, sorpresa grata - responde Sanzu 

Hadi solo tenia que tranquilizar los nervios, tener a estos hombres cerca le daban miles de sensaciones que desconocía 

pero la mirada de Alessandro le estaba advirtiendo algo que ella capto rápidamente 

-Si me disculpa monarca - hablo por primera vez luego de minutos de silencio - fue un placer bailar con usted - le sonríe y se dirige al otro hombre - Un placer de verle - le dice en una sonrisa - seria un gusto conocernos mas 

Sanzu sonríe - claro, seria un honor Dama - se acerca a ella 

la toma de la mano y deja un beso. Ran hace lo mismo en su otra mano, tener el poder de tener a hombres con poder era ser como una diosa suprema 

se aleja y camina hacia su marido, toma su mano, Alessandro baja a su rostro, juntando sus labios con la de su mujer 

los dos hombres que miraban, sentían las ganas de matar a ese hombre que tocaba lo que era suyo, les pertenecía, el italiano la tendrá solo un tiempo, ya que el pecado es convertido en traiciones 

pero no cualquier traición, una donde se quemaran mas de uno. 

el concigliere y su Dama camina fuera de la fiesta, se deberán de ir ya que el evento termino, al estar en el auto los celos de Alessandro salen a flote 

Él era el hombre que jamás perdería, mucho menos en los hombres que mira como enemigos, la Pirámide solo fue una estúpida alianza para destrozas a los turcos, pero el jamás a respetado a Ran, quien se cree Monarca y Sanzu solo era un imitador de su verdadero líder, Mikey..., no se como llego a tener el poder, pero al italiano lo único que le importaba era tener a su mujer lejos de ellos. 

si quería que ella nunca se interesara en esos hombres, tenia que alejarlos

-Mañana volveremos a Italia - le demanda 

Hadi asiente sin decir nada, pero esto no bastara, ya la han encontrado y sea lo que sea nadie podrá alejarse de todo lo que viene 

lujuria, deseo, poder, tentación, obsesión, celos, lascivia, lo erotico, lo excitante y lo vicioso, será todo lo que empezara a apoderarse de los 4 

¿Quién ganara en este juego? un juego que consume, que quema y que hiere, un juego de pasiones y deseos carminosos y extravagantes 

Aquí empieza nuestro segundo juego, que gane el mejor.

"obsesión" #2🔞//Ran Haitani Donde viven las historias. Descúbrelo ahora