Camino rumbo a la escuela tras mi madre, no me habla y yo tampoco a ella. No quiero hablar con ella ni con nadie. En estos momentos me siento muy nervioso, aun no consigo pensar o descubrir que es lo que hice mal, como sea, algo no salió bien y eso queda muy claro. La escuela ya era muy difícil de soportar, luego me acostumbro a tener un amigo y ahora, ahora me lo quitan. ¿Por qué? Levanto la vista y veo las resolanas entras entre las ramas de los árboles, luce hermoso, es como si la naturaleza hiciera in espectáculo visual para mí, antes de la llegada de mi inminente soledad.
Llegamos a la esquina de la escuela. A lo lejos veo a Alex y a su mamá, parados frente al portón, platicando con el director y la profesora Sandra. Siento como si todo lo que hay dentro mi abdomen se retorciera, como si un millón de puños golpearan fuerte, una y otra vez. Entre mas camino, mas mal me siento. Llegamos y me doy cuenta que Alex me ve de reojo, pero no voltea, no me hace caras, no agita su mano, nada. En cuanto estamos en el portón, se acerca la profesora Sandra -Buenos días señora Esther, la estábamos esperando. – La profesora lanza una mirada hacia mí, como con lastima – Fer, ve al salón por favor. – Me semana la dirección y se voltea. Todos entran y se encaminan a la dirección ¿es tan grave lo que hice?, realmente no tengo una idea del por qué pasa todo esto. Entro al salón, y claro que las vistas, los murmullos y las burlas de todo el grupo están sobre mí, eso pasa cuando mandan llamar a tu mamá a dirección. Todos se comportan como simios.
Pasa como una hora de anarquía total en mi salón de clases, aquí es una jungla. Solo puedo observar a veces a Alex, está ahora del otro lado del salón. Veo a mi madre, a la madre de Alex y a la profesora Sandra dirigirse hacia acá, ojalá todo este aclarado y pueda seguir teniendo un amigo. Llegan a la puerta, y cuando creí que todo estaría resuelto veo sus caras, dios quiero morir ya.
-Fer, trae tus cosas y ven pronto, por favor. Gracias. - En cuanto la profesora dice eso, el silencio se apodera en totalidad del salón, lo que hace minutos era una jungla, ahora parece mas un desierto.
Guardo mis cosas en la mochila, me la cuelgo en la espalda, me pongo de pie y empiezo a caminar hacia allá. Nunca se me había hecho mas eterno el camino de mi banca a la puerta. Las miradas y cuchicheos de todos son como espadas que se hunden cada vez más profundo en mí. Salgo del salón, mi madre me toma del hombro y me jala hacia una jardinera, detrás, vienen la profesora y la mama de Alex. Me acorralan entre sus cuerpos y el frio y húmedo concreto de la jardinera. Sus ojos están paralizados frente a mí, como si algo muy malo me tuvieran que decir, pero nadie se atreve a hacerlo, las tres tienen en la mirada una mezcla de angustia, preocupación, tristeza y lastima.
-Bien. Fernando, estamos aquí por que algo muy grave está pasando contigo. - Dice la profesora interrumpiendo el muy incomodo silencio. – Hace unos días, Alex te presto un disfraz ¿correcto? - Pregunta como si nadie supiera que, si paso, no entiendo la necesidad de recalcar lo obvio.
-Sí, eso paso. - Apenas resoplo y asiento con la mirada. No veo otra cosa que no sean mis zapatos.
- Lo que pasa Fer, es que – hace una pausa larga e incómoda. Se que viene algo muy malo. – La mama de Alex, encontró, en el disfraz .... – Hace otra pausa y voltea a ver a mi madre y a la de Alex. Ellas la ven discretamente y asienten muy muy lento - encontró, unos animalitos. Unos animalitos que no es normal que tengas tú, nadie debería de hecho. Entonces, necesitamos saber si todo esta bien en casa ¿Ha pasado algo? ¿Alguien ha hecho contigo, cosas que no quieres hacer? ¿En la calle? ¿Aquí en la escuela? ¿No sientes comezón o algo en tu cuerpo? Fer es muy importante que nos digas que es lo que pasa contigo. – No puedo procesar todo esto, claro, tiene semanas que tengo comezón e incluso me eh sangrado la entrepierna, pero nunca me eh visto animales, ¿acaso no tendrían que irse con el baño? No puedo creer que todo esto este pasando, ni siquiera se que esta pasando. Me siento realmente juzgado y atacado hasta un punto. ¿Por qué me atacan a mi y no la las personas que me hacen daño? ¿Puede ser la oportunidad que necesito para confesarles lo que mi tío me ha hecho por años? No lo se.
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El amor no existe
Novela JuvenilFernando es un chico gay que ha tenido que pasar por las peores situaciones de la vida. El abandono, los abusos, la prostitución, las drogas, el alcohol, los golpes y demás, lo han llevado a una vida sola. Después de muchos años de vagar por las cal...