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Jimin abrió la puerta con sino cuidado, esta vez se había demorado mucho, no supo que paso pero al abrir la puerta un miedo recorrió su cuerpo, no había motivo pero se sintió así, ingresó con sumo cuidado y cerró la puerta, iba a ir a su habitación pero sintió a sus padres en la sala, y no fue su imaginación, sino que fue verdad porque sus padres estaban ahí sentados con el rostro neutro, eso solo significaba que se le veía algo infernal

—te dejaremos tener la oportunidad de hablar, todo serán solo tus palabras— dice Jihyo y señala con su mano el sofá que esta frente a donde ellos están sentados

—¿por qué llegas tan tarde?— dice Jihyun quien es su padre

—estaba en la práctica de música, ya se los había dicho— responde y su madre le sonríe —se me paso la hora, prometo que no volverá a pasar— dice sintiendo que podría morir de los nervios en ese preciso momento

—es la segunda vez que se te pasa la hora querido hijo, esa vez me dijiste que no volvería a pasar y sabes que odio cuando alguien falta a su palabra— dice su madre

—me fijaré más en la hora para no llegar tarde—

—¿que hiciste en el club de música como para demorar tanto?, ¿que cosa era tan interesante?— pregunta su padre

—es que... hoy aprendí a tocar una partitura completa aparte de las que ya habíamos estado practicando, Yoongi hyung enseña muy bien—

—por ya veo, y estabas tan feliz aho que terminaste mojandote— dice su madre al ver la ropa humeda que se veía que tenía

—eh... yo me caí en un charco de lodo, y una señora estaba regando sus plantas y le pedí que me moje para no andar cochino, y eso lo hice porque debo de dar mi buena imagen— su madre asiente lentamente

—que bueno que pienses en nuestro apellido, te felicito por eso— le dice su madre

—hijo, ¿que piensas acerca de las mentiras?— le pregunta su padre y Jimin traga grueso sientiendo una fuerte corriente pasar por sus espalda

—que son malas y que no debemos de hacerlas porque son supuestas verdades que nunca existieron y por mas perfectas que las hagamos siempre se le encontrará un error, y solo encontrarán ese error los que no se quieren hacer los ciegos, eso es lo que siempre ustedes me han dicho—

—y aquí lo que pasa es que tu madre y yo no somos ciegos y como no somos como otros padres que lo perdonan todo con la excusa barata de que es por amor a sus hijos cuando la verdad es que les hacen daño porque están cultivando seres humanos sin valores, sin ética y moral— dice su padre y Jimin se siente muy pequeño desde donde esta, no por nada sus padres son muy buenos abogados

—te preguntamos todo esto porque...— su madre se levanta y camina lentamente haciendo sonidos al caminar por tener tacones —da la casualidad que hoy logramos algo y te fuimos a buscar a tu escuela en donde supuestamente estas en ese club de música. Ingresamos y tontamente preguntamos por aquel club, y nos dimos con la sorpresa de que ese club esta cerrado hace exactamente 1 mes. Y bueno, se supone que nuestro hijo nos dijo que quería un permiso para quedarse ahí por una hora, si no hay club de música, pregunto... ¡¿qué rayos hacías en esa hora?!— levanta a Jimin del sofá y los ojos de Jimin se inundan de lágrimas

—y-yo— sus lágrimas caen, ese es otro error que acaba de cometer porque su madre le da una bofetada de ida y de vuelta

—¡sin mentiras!— le grita ella y empuja a su hijo al suelo, y cuando cae tumba un jarrón —¡deja de llorar!— avanza su madre y Jimin retrocede aún en el suelo, sin querer haciendo que uno de los vidrios rostros del jarrón dañen su piel —¡¿hasta cuándo nos ibas a tomar el pelo de tontos?!— Jimin retrocede otra vez y gime internamente por otro vidrio lastimando su piel. Su madre levanta bruscamente a Jimin —¿qué sigue?, ¿que te hagas un tatuaje?, ¿que robes?. Jamas en tu vida nos habías mentido, ¿por qué lo hiciste?. Maldita sea, no te quedes callado— le tira otra bofetada a Jimin y su labio se rompe

—...— Jimin no decía nada, solo iba a soportar su castigo y no mencionarla a sus amigos o sus padres harían hasta lo imposible para que ya no los tenga de amigos

—¿acaso hay alguien que te mete esas retorcidas ideas?. Aquí los tontos de tus padres creyendo que te vas a ese club y tu seguro en la calle— lleva una mano a los cabellos de Jimin y lo jala hacia atrás —¡deja de llorar!— exige ella y eso era imposible —siempre fuiste un débil, siempre aceptando todo y llorando cau dl te dicen tu verdad, a veces ni pareces un verdadero hombre, no pareces mi hijo, eres una verdadera decepción— lo tira al sofá en donde Jimin abraza sus pierna

—Jimin, a partir de mañana tendrás tu chófer que te trae y te lleva, así ya no vas a desobedecer. Lo que hoy te queríamos decir es que te arreglamos la vida, tienes matrimonio asegurado cuando tengas 20 años, te vas a casar con la hija de mi socio— los ojos de Jimin miran directamente a su padre —y ya después vendrán los hijos, pero esta alianza que hemos hecho es muy buena porque ella también tiene dinero y eso nos conviene a todos— dice su padre

—lárgate, me das asco, limpiarte esa sangre y te encierras en tu habitación que no te quiero ver. Me decepcionaste— su madre se retira toda enfada, si ella seguía así podría hasta matar a Jimin, su padre como siempre no dice nada y solo lo deja ahí

A Jimin le dolía el cuerpo como mierda, sus manos, su codo, su abdomen y su costilla estaba adoloridas, pero el dolor más grande que tenía y se veía imposible de curar era ese dolor en su corazón. Sus padres habían descubierto la verdad y ahora iba a estar más encerrado que nunca y eso no le gustaba, se sentía tan impotente, tenía tanto que decir y tanto que reclamar a sus padres que hasta ahora recién se da cuenta que no son perfectos y que son los seres humanos que más han cometido errores, pero seguía siendo cobarde y sus padres aún mandaban en su vida

Jimin fue a su habitación e ignoró todo el dolor físico que sentía y se fue a bañar dejando que las lágrimas se combinen con el agua que fluía con rapidez. Jimin se puso la pomada que alguna vez le había dado Jeon y dio una sonrisa cansina

—estoy cansado de todo Jeon... tampoco quiero fallarte, pero tampoco quiero fallarme a mí y quiero decidir por mí,  quiero morirme... ¿qué se supone que decidí?, decidí ser un administrador de empresas que se casará cuando tenga 20 con una mujer que es la hija del socio de su padre, una mujer a la cual no conoce y por la cual no siente nada. ¿Por qué mi vida debe de ser así?, ¿por qué mientras más me empeño en vez los colores de la vida mis padres me alcanzan y me hacen recordar que mi vida solo es grisácea?— Jimin mira sus manos y ve los cortes que tiene —¿de verdad me merezco todo esto?— sus manos arriba y dolían a pesar de que se había puesto esa pomada —te quiero Jungkook— dice Jimin y se recuesta en su cama quedándose dormido

La madre de Jungkook se encontraba sentada en el sofá de su habitación con los dedos entrelazados

—ten por seguro que encontraré la cusa de esto, si callas es porque algo ocultas— dice Jihyo






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