capítulo 2 cuidado

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Me quedo en la cama unos minutos mas, hasta que decido levantarme, me doy una ducha, otra ducha, no sé ni por qué, me paro frente al closet y sin pensarlo mucho me pongo unos jeans azules, un pulóver blanco Calvin Klein y unas zapatillas Calvin Klein negras, no me maquillo mucho, solo me hago las cejas, un poco de rímel y un brillo labial 
Ya cuando voy a salir pido un Uber, y mientras estoy esperando que el vehículo llegue, le llamo, cuando contesta le digo que ya voy a salir y cuelgo

El trayecto es de 10 minutos aproximadamente, al llegar me doy cuenta de lo cambiado que esta todo, la casa ya no es blanca, ahora es azul, las ventanas ya no son de cristal blanco, ahora están polarizadas, me bajo del vehículo, le pago al conductor y entro en The House, la puerta está abierta y el sentado en una butaca esperándome con un cigarrillo en una mano y en la otra una copa de lo que parece vino tinto, esta vestido con un pulóver blanco y un short gris que lo hacen lucir muy sexy

-Hola como has estado le digo desde la puerta
-Estoy bastante bien, entra, siéntate, me ordena mientras me señala una butaca que hay frente a la suya 

Me siento en la misma y quedamos unos segundos en silencio, unos instantes después, se levanta cierra la puerta, está molesto, lo sé, se dirige al cuarto y poco después me le incorporo camino por el pasillo blanco con olor a recién pintado hasta llegar a la puerta de su habitación y aquí está el, frente a The door mirándose en el espejo, siente mi presencia y se vira de frente a mí

Me observa para luego abalanzárseme, me coge con una mano por el cuello y me empuja contra la puerta metálica, haciendo esta un gran estruendo, tengo mucho miedo, mi cara es de terror, se inclina hasta mi oreja donde comienza a susurrarme al oído

-Pensé que ya no querías verme, acaso se te había olvidado lo rico que te toco, lo rico que te beso, lo rico que te follo, será que tengo que recordártelo, mmm, yo creo que si o es que te da miedo lo que te hago sentir
Su voz me tenía los pelos de punta, siempre que se me acercaba podía sentir lo peligroso que era su presencia, pero no se lo iba a demostrar, no flaquearía, no me iba a derrotar, yo soy quien manda

-Es verdad, ya no quiero verte, soy incapaz de recordar eso que dices que me haces sentir

Eres Como La DrogaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora