capítulo 4 Delicioso

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IVAN

Desde que me dijo que venía en camino estoy nervioso, parezco un niñato, voy a tomarme una copa para ver si me relajo, me siento en un butacón frente a la puerta a pensar en que le voy a decir cuando llegue, que va, me he preparado una copa de vino tinto pero no es suficiente, prendo un cigarrillo, y aquí acaba de llegar, DIOS, pero que linda esta, UFFF, esa ropa la hace lucir sensacional, le da un aspecto de buena que me enferma

Está nerviosa, lo sé, la conozco bien

-Estoy bastante bien, entra, siéntate, le ordeno

Durante unos segundos no sé qué hacer, esto me frustra, me levanto cierro la puerta, no quiero que nadie venga ahora, no estoy de humor para mis amigos, camino hacia mi cuarto para coger valor e ir para la sala a reclamarle por haberme bloqueado sabiendo que eso lo detesto, estoy mirándome en el espejo cuando la veo detrás de mí, A LA MIERDA, la cojo por el cuello, la pego contra la puerta y me abalanzo sobre su cuerpo, DIOS, pero que bien huele, se que la desquicia así que comienzo a hablarle al oído

Eres mía chihuahua, solo mía
Se ha formado un bulto en mi short y no quiero que lo note, la llevo hasta la habitación y la estampo contra la cama, la tengo tal y como quería, comienzo a besarla, cuando llego a su boca, es como sentir la gloria, me fascina su boca, la devoro, introduzco mi lengua ágil y la entrelazo con la de ella, le muerdo el labio inferior y siento que suspira

IRIS

Luego de a lo que yo llamo DEVORAR MI BOCA, comienza a hacer pequeños chupetones en el trayecto del cuello a mi pecho donde aún no comienza el pulóver, con la mano que le queda libre sube mi prenda por encima de mis pequeños senos

Te tiene como quiere

Me sostiene por la barbilla y me hace mirarlo, el muy bastardo, comienza a besar mis senos y siento como se ponen duros, les pasa la lengua muy sutilmente, DIOS, él y esa lengua viperina, da unos pequeños mordiscos lo que me provoca un grito ahogado, comienza a succionar mi seno izquierdo, suelta mis muñecas; sabe que no iré a ninguna parte, por lo menos no por ahora, comienza a besar mi obligo haciendo una línea recta de besos hasta el botón de mi pantalón, lo desabrocha agarra cada lado con sus manos y lo quita de un tirón

Eres Como La DrogaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora