capítulo 8 la bofetada

23 2 0
                                    

-Yo… pero no tengo fuerza para articular ni una palabra y menos cuando él está devorando mi sexo
Responde chiguagua y me planta una bofetada y te advierto no mientas me reta
-Me gustas, me encanta estar aquí contigo, nadie nunca me había hecho sentir nada comparado a lo que siento cuando estoy contigo… eso no es lo que quería decir pero no era mentira lo que le había dicho
-Eso quería oír, sonríe de manera diabólica y me pellizca un pezón
Ahora te vas a comer todo mi miembro y hay de ti si te resistes

Me coge por el cabello, me lleva hasta su miembro ya erecto, lo cojo con mis manos y comienzo a besarlo, succionarlo, muevo la lengua en círculos, lo escucho gemir de placer, me gruñe y me agarra el cabello con fuerza para follarme la boca, me suelta y aparta, me coge la cara con sus manos y comienza a besarme hasta que siento algo rodar por mis labios

Acaso esta, no, no puede ser, está llorando, me separo un poco para verle, pero se avergüenza y mira a otro lado, no digo nada y el tampoco, me acerco y lo abrazo, le doy uno de esos abrazos que te recomponen por completo

Después de un rato me desaparto y lo veo que está más tranquilo, voy hasta mi cartera que está en el suelo y cojo un cigarrillo de ma%i%u&ana, lo enciendo, me fumo la mitad y le paso la otra

Quedamos acostados uno al lado del otro en la cama cuando, me empiezo a sentir libre el cuerpo no pesa, tengo calor o es que estoy excitada, no lo sé, estoy confundida, quiero follarle

Me le trepo encima, me vira y me pone para abajo suyo, se comienza a masturbar y yo le sigo, esto es divertido, me está mirando fijamente, me canse de jugar le doy una patada y lo devuelvo a la cama, le cojo su miembro que esta como roble y me lo pongo, comienzo a cabalgarlo ferozmente, desesperada, hasta que lo siento, no puedo más, llego al orgasmo y al mismo tiempo siento que él lo hace y me inunda

Ya es hora de irse

Eres Como La DrogaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora