¿Estoy en Kuroinu?

[Capitulo 23][INTERLUDIO 2]

~~ Antes que nada quiero agradecer a "Long_ChinChin" por dejarme traducir su fic, si quieres ver su obra con capítulos mas adelantados te invito a ir a Web novel para leerlo, sin nada mas que decir aquí esta el capitulo~~

[POV=Point of View=Punto de Vista=El que habla]

(Lobo Ka bah dur-POV)

Yo soy Ka Bah Dur hijo de Ka Seh.

Provengo de una familia de Lobos que nos llamamos a nosotros mismos Lobos Grises.

Desde que tenía un año de edad mi padre me llevaba a cazar por el bosque.

En ese tiempo fue cuando atrapé a mi primer conejo.

Lo descuertizé completamente y me llené con su sangre en mi pelaje.

Lo traje a la casa y ese día la manada de más de 100 miembros estuvimos de festividad.

Probé ese conejo que había cazado y era la cosa más deliciosa que probé en mi vida.

...

Desde ahí empezé a cazar más y más para la manada y las lobas o los pequeños lobos.

Todos los jóvenes lo hacíamos pero ninguno traía la misma cantidad que yo, ni siquiera de cerca.

Los Ancianos hablaban que me parecía a mí padre. Éste era el Lobo Alfa de nuestra manada.

Y éste mismo no perdía el momento para regodearse y avergonzarme al mismo tiempo cuando los Ancianos decían me decían eso.

Pero no era malo.

Ese era mi objetivo.

Ser un Alfa.

...

Recuerdo que desde siempre mi padre me enseñaba todo lo que podía cuando podía.

Y lo más repetitivo era el orgullo de ser un Lobo Gris. Según él, estos no tenían miedo de nada.

Bueno, casi de nada.

...

Esto era un cuento que me hacía mi padre de lo que siempre le pasaba al Alfa Gris.

Que siempre era mi antecedencia.

Mi tatara Abuelo fue el Alfa, mi bisabuelo fue el Alfa, mi abuelo también, también lo es mi padre, y desde que yo era el Lobo más fuerte de los jóvenes de la manada, al parecer también lo iba a ser.

Mi padre decía que siempre a un Alfa Gris le tocaba enfrentarla.

Eso era lo que había echo esa cicatriz en su cara. Todos los Alfas tenían esta cicatriz. A mi parecía genial porque era una herida que demostraba que tuviste el coraje de enfrentarla y salir vivo. Todos casi siempre sobrevivían.

Sembraba miedo en la mente de todos los Alfas de la Manada. Incluso a mi padre, que era como una montaña a mis ojos, le pasó. Si.

Era horrendo.

El encuentro inevitable con La Cabra Destripadora. 

*Escalofríos*

Todavía se me paraba el pelaje de sólo recordar eso.

Nunca pude entender qué es lo que podía hacer de una Cabra, un ser tan horrendo y maligno, tampoco podía entender como una Cabra podía dejar esa cicatriz en la cara de un Lobo ya que tenía sólo pezuñas.

Pero el miedo y el nerviosismo de mi padre al contar esa historia... Era tal que no podía creer que mentía.

Tampoco nunca pude entender porque mi madre siempre se ponía a darle mantenimiento a sus garras cuando mi padre contaba ésta historia.