Hug me, please.

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Espero paciente sentada en una acogedora cafetería, esta algo apartada de la ciudad pero no me importa, no hay problema con eso. Me siento más segura así, ya que no tengo que sentirme atada a ninguna casa, sino que en un pueblo que no conozco en una pequeña cafetería simplemente puedo sentarme y no ser nadie por unos minutos, pensar y dejar que mi cabeza fluya.

- Me alegro de que me llamarás - levanto la mirada al sentir su voz hablándome.

- Eres la única que no me va a juzgar o eso espero.- la miro como diciéndole con la mirada que tome asiento y ella parece entenderme por que lo hace.

- Yo nunca te juzgaría, te quiero muchísimo - yo asiento, mucha gente dice eso y después te traicionan. Siento su mano cogiendo la mira y al instante quiero creerla- Se que esto es difícil para ti.- la corte antes de que pudiera seguir hablando.

- No, no lo sabes. - miro hacia el gran ventanal que ilumina todo el local, dejando mi mirada perdida- Me arrancaron de todo lo que conocía, sin más, me dejaron sin identidad, no se quien soy. Me encuentro en un país nuevo, con otro apellido, enferma y más perdida que nunca. - ella me mira comprensiva.

- Sácalo todo, es la única manera de que sepas que puedes confiar en mi, por que siempre voy a estar para ti.

- Mi vida... Fue difícil, amigos falsos, inseguridades, todos creían que yo era la hija perfecta, nadie sabe lo que es tener que fingir, mis padres apenas estaban en casa y yo más que nunca pensaba que necesitaba a mi mama. Mi mundo se desmoronaba, todo mi castillo se venía abajo, las chicas me criticaban, decían que no podía ir con ellas por que quizás tenía un mechón mal colocado, por que llevaba un dólar menos de los que ellos querían, si ese día creían que estaba más gorda no me hablaban durante semanas hasta que "adelgazaba". Todo el mundo lo noto, salió en los periódicos, la persona que creía que era mi madre no podía permitirlo, decía que ella no podía criar a una niña gorda, que si seguía así no iba a poder entrar por la puerta, que debía controlarme. Nunca fui una niña de cortarme, por muchas ganas que tuviese de hacerlo, simplemente me rebele, mi actitud cambió. La gente se sorprende al ver lo estática que me quedo cuando alguien me abraza, siento vergüenza cuando debo decirles, yo no puedo abrazarte porque no se- miro hacia el techo intentando ahuyentar las lágrimas que se acumulan en mis ojos.- debes pensar que eso no puede ser cierto, pero a mi... La gente apenas me abraza, yo echo en falta esa sensación de sentirme segura contra todo, pero yo no lo tengo. Me cuesta mucho abrirme a la gente, confiar, se que sí lo hago, soy vulnerable por que me sienten en sus manos, prácticamente e vivido sola excepto Dorothea, y los demás, pero la soledad siempre me llamaba, ese lado oscuro no permanecía mucho tiempo escondido, siempre salía a la luz, por muchas veces que mi actitud cambiara la oscuridad que hay en mi interior me hace volverme... Solitaria, fría, se que para poder vivir en paz deben estar equilibrados, se trata de vivir con emociones controladas, nada que haga despertar a los monstruos que viven en mi, ni algo demasiado bueno por que por razones de confianza voy a creer que me están engañando o la segunda que me ilusione y después todo vuelva a complicársela y yo vuelva a estar en el mismo punto.- ya me daba igual estar llorando, me sentía libre de poder decir lo que yo quisiera.- Hubo un momentos en los que creí rendirme, de verdad quería hacerlo pero algo me decía, una vocecita, sigue adelante, gana, hazte fuerte y así les demostrarás a todos que a pesar de todo has podido llegar lejos, me decía a mi misma que no toda caída es derrota. Pero yo creí caer demasiadas veces como para terminar, pero seguí, no se por que, un instinto quizás no lo se. Yo sabía que las palabras eran peor que cualquier arma con la pudiese atentar contra mi cuerpo, yo solo debo ponerme contra el espejo y cabeza empezara a decir todo que tiene para mi, no se por que pero hay veces en lo que necesito hacerlo, bajarme de la nube en la que estaba subida diciendo me mira ya no soy tan fea, pero hey si, sigo siéndolo.- siento como se levanta y se sienta a mi lado abrazando me mientras yo rompo a llorar y no me salen más palabras.- Yo no quiero ser fea, ni quiero estar gorda, yo solo quiero ser como todas las demás chicas. Por favor mama no me odies por esto, ni me juzgues por que yo no podría soportarlo.- Anne me estrecho con más fuerza contra su pecho mientras me acunaba suavemente.

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⏰ Última actualización: May 03, 2015 ⏰

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