You'll see me there

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Harry se vuelve una tormenta de preocupación después de esas palabras.

Le abrocha los pantalones, intenta limpiar su desastre con un poco de papel higiénico, le borra las lágrimas en las mejillas como si sus dedos tuvieran la respuesta a cada pregunta del universo. Lo ayuda a ponerse de pie, una mano firme hundida en su cintura. Lo guía hacia el lavadero, le obliga a hecharse un poco de agua en la cara, lo obliga a remojarse la boca y a escupir. Le sigue dando golpes en la espalda cuando la tos ataca de nuevo, le besa la nariz, la mejilla, la frente, todo con labios muy rosados y ojos tristes.

Le aparta el cabello de la frente y se quita la chaqueta, seguida por su camisa de miles de dólares, y luego abrocha a Louis en ella pues su top está embarrado con una mancha húmeda de lo que antes fue su exitación, y él está temblando tanto que le urge cubrirlo, protegerlo. Le acomoda las mangas para que estas no caigan por sus manos y luego vuelve a entrar en su chaqueta, el único botón siendo incapaz de cubrir su pecho desnudo y sonrosado lo suficiente.

Harry solo quiere verlo sonreír otra vez.

"¿Cómo te sientes?" Le pregunta, poniéndose de cuclillas junto a su prometido. Louis está sentado en el suelo, su espalda pegada a la pared y sus rodillas cerca a su pecho. Él está jugando con su anillo de compromiso, dándole vueltas en su dedo. "Te traeré un poco de agua."

"No," Harry mira hacia abajo y encuentra la mano de Louis enredada en su propia muñeca. "No te vayas."

Harry lo mira de frente y suspira.

"No me iré."

No lo hace. Se sienta al costado de Louis en silencio y cruza sus manos frente a su estómago, esperando a que Louis dirija la conversación. En estados en dónde la palabra de seguridad es mencionada por alguno de ellos, el ambiente se vuelve frágil. Harry tiene que tener mucho cuidado con lo que sale de su boca, pues pocas veces sabe si se trata de haber llegado a un límite físico o mental, o una combinación de los dos. No está muy seguro de lo que está enfrentándose hoy.

"Lo siento," Louis pronuncia después de unos minutos en silencio, sus ojos dirigiéndose a la puerta cuando alguien intenta forzar la cerradura. Ellos la miran en silencio antes de que la persona se rinda y el forcejeo termine.

"No tienes por qué disculparte. Nunca te disculpes por utilizar la palabra de seguridad."

"Ya lo sé, pero..." Louis baja su mirada y continúa jugando con su anillo. "Hiciste todo eso por mi, y aún así no llegaste a correrte."

"Louis," Harry le pone una mano en la mejilla y lo fuerza a mirarlo a los ojos; azules como el cielo. "Tu seguridad me importa más que un simple orgasmo."

"No lo llames simple," él refunfuña con los labios apretados, y Harry por fin tira de una sonrisa. Si Louis está torciendo el brazo para empezar a bromear, entonces eso significa que están progresando.

"Es lo que es." Louis no dice nada, mas para de juguetear con su anillo. Harry ve la hesitación en el rostro del muchacho antes de que él baje los hombros y se incline cerca, tan solo para apoyar su cabeza en su bícep.

Eso es todo lo que necesita. Harry arrulla bajo su garganta y lo rodea en brazos, presionándolo cerca. Su mano encuentra lugar en la cabeza de Louis cuando él empieza a temblar otra vez, sus brazos teniendo un agarre sólido en su chaqueta. Es desolador escucharlo llorar contra su hombro. Le pesa en el pecho, en el corazón, en el alma. Todo lo que quiere hacer es consolarlo y hacer que pare de llorar porque no puede soportar la impotencia, pero en vez, lo deja desahogarse. El mismo Harry sabe lo imporante que es, a veces, tener un hombro en el cual dejarlo salir.

Cuando Louis se calma después de diez minutos, sale de su escondite como una pequeña ardilla. Harry tiene el corazón en la garganta al repasar sus ojos azules brillantes por las lágrimas, su nariz fañosa, y sus labios hinchados, temblorosos. Le cepilla el flequillo fuera de la frente con su pulgar, sintiéndose un poco débil él mismo, pero permitiéndose lucir fuerte si eso es lo que Louis necesita.

Open your eyes, don't be afraid, you'll see me there; lsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora