¿Cómo debería comenzar con esto?
Quizás un "hola mi nombre es Jimin, tengo diecisiete y esta es mi historia" No espera, ¿No es demasiado cliché? Digo me gusta el drama, soy un romántico después de todo, podría comenzar contando mi trágica historia escolar, tratando de omitir un poco mi historial de reportes por quedarme dormido en clase de historia. ¿Alguien me puede culpar? El señor Lee habla más lento que una tortuga senil con problemas en las rodillas.
Stop, focus Jimin, estás divagando otra vez.
Bien ¿En qué estaba?
Como dije antes, podría contar mi vida, ¿No es así como lo hacen los protagonistas de las series de televisión americanas? Oh, mamá debe estar tan arrepentida de comprarme la serie completa de Malcolm in the Middle.
Lo cierto es que no puedo iniciar hablando sobre mí, porque esta no es mi historia, esta es nuestra historia. La historia de nuestro último año de preparatoria. ¿Hay algo más trágico que eso?
Exactamente.
Oye, no sonó mal.
Entonces, ¿Comenzamos?
(...)
Era el verano antes de nuestro último año, nunca había sido fan del calor, es decir ¿Quién lo era? Sudas, te pones pegajoso, te quemas la piel y todo el tiempo tienes ganas de morir para no sentir que te derrites como una paleta helada en medio del pavimento. Era francamente algo de lo que no disfrutaba. Sin embargo, ese verano había conseguido un trabajo como repartidor de comida en Danbam y el dinero extra no me había caído mal. Soportar el sol infernal no era tan imposible cuando veía a mi jefe extendiendo el dinero.
-Sin distracciones Jimin, la última vez llamaron porque la comida se había enfriado.
Claro jefe, si llego como un pollo asado, fácilmente podría ofrecerme como platillo, pero eso que importa ¿no?
-Si me consiguiera una motocicleta quizás llegaría más rápido. ¿Sabe? Los cargos por explotación laboral son caros.
Me sonrió y palmeó mi espalda. Mi bicicleta esperaba fuera del local.
-El día que me convenzas de que no atropellarás a alguien lo haré. Anda que llegas tarde.
Sí, Kim Namjoon era un idiota, pero era el idiota de mi jefe.
Entre el trabajo, dormir y escuchar los regaños de mamá por olvidarme de regar las plantas no tenía mucho tiempo para preocuparme de lo que se venía.
El verano pasó como una bola de helado de pistacho que se cae del cono de un niño. Esa bola era el primer día de escuela y mi cara era el piso.
¿Han estado en esa situación donde todo coincide de una forma tan perfectamente perturbadora que por un segundo crees que vives en una especie de simulación? Y luego piensas "Bien es suficiente, ¿Dónde están las cámaras?"
Pues eso fue lo primero que llegó a mi mente cuando mamá lanzó la bola de helado a mi cara.
-¿Tienes todo listo para mañana? Ayer fui a recoger tu ropa sucia y tu cuarto era un desastre, espero que al menos sepas dónde están tus cosas, con el nido de ratas que tienes dudo que puedas encontrar si quiera tus calzoncillos.
Mi plato de albóndigas estaba intacto, Hansol hurtaba el último pedazo de pizza y por la televisión pasaban un programa de música; un tipo estaba haciendo el peor cover de Everybody Wants To Rule The World que había escuchado en mi vida.
-Voy a fingir que no me ofendió tu comentario sobre mi espacio perfectamente desordenado, aunque me ofendió muchísimo -mamá viró los ojos- Ahora bien, ¿Todo listo? ¿Cómo que todo listo? ¿Iremos a algún lugar y no me dijiste? -dejé el tenedor en la mesa y crucé los brazos- Mamá te dije que debes avisar mínimo con una semana de anticipación. Tengo que mentalizarme.
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¿Puedo llamarte ésta noche?- KOOKMIN
FanfictionEl día que me reencontré con Jungkook yo tenía diecisiete años, y era lo bastante estúpido para no recordarlo. Tal vez fue ese cabello rebelde que había crecido demasiado, o quizás era esa imagen de chico misterioso y atractivo con el que cualquiera...