Doble pensamiento

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Hermano, ¿por qué haces esto? Porque realmente, ¿está dispuesto a llegar tan lejos? Tiene la guadaña en sus manos listo para pelear contra mí sin ningún ápice de duda. Aún está ahí, en parte puedo notar que es su golpe, pero a su vez no está del todo....

Viendo mejor sus movimientos tiembla un poco, pero así es mejor, me hace saber que en parte siente lo mismo que yo. Tampoco está convencido de querer luchar. Tenemos el mismo objetivo detener al otro, aunque el suyo sea detenerme de detenerlo.

Debo usar las llamas, las llamas de la carta que me dio Miguel, las del purgatorio, pero no con la espada. Esas llamas tienen el poder de anular cualquier cosa, de proteger de todo y quemar incluso a otros ángeles, usadas en la espada de Miguel vuelven a su función original. Si hiciera eso mi hermano sería consumido, si solo uso las llamas en un arma física inferior puedo controlarlas con mi voluntad, es la mejor idea que tengo. De esta forma él no será dañado a tal grado porque yo no quiero...

Ya van varios ataques, chocando nuestras armas, al principio no lo notaba pero ahora comienzo poco a poco a sentirlo. El desgaste que causa usar esas llamas sin un recipiente adecuado es tremendo, apenas tras dos impactos todo mi cuerpo lo siente.

Mis manos queman, arden, pero no puedo detenerme, no puedo parar. Si me detengo ahora, si paro ahora, todo va a ser inútil. Si me detengo ahora estaré dejando que mi hermano sea manipulado dándole todo a ese idiota, estaré perdiendo de forma segura la sanidad de él.

Lo logré, estoy segura. Por favor, dime que realmente lo logré. Por favor, hermano, por favor...renuncia...

¿Qué dijo?, ¿dijo que sí? Sí....lo logré...pero, ¿por qué dé vueltas el mundo? Supongo que ya puedo descansar....

Está aquí, ella está aquí. Realmente tengo frente a mis ojos a mi hermana. No entiende con lo que se está enfrentando ahora mismo, he trascendido a la humanidad y tras fortalecer mi alma suficiente al fin puedo usar esta guadaña. Crearé un lugar perfecto para ambos, la muerte me lo prometió, no permitiré que intervengas en mis planes.

Las llamas de Miguel son un arma formidable, pueden anular mis poderes demoniacos e incluso la guadaña a la vez. No cabe duda de que puede matarme, pero, ¿en una espada de juguete? Algo así no puede sostenerlas, ¿a caso está sujetándolas con su espíritu?

Observando mejor lo veo claro, está usando su propio poder para evitar matarme. Ya veo, su objetivo es el mismo que el que yo tengo pero a la inversa, detener pero sin matar. Mi dulce hermana, siempre has sido demasiado bondadosa. Espero que no crea poder ganarme así...

Tengo algunos rasguños en mi cuerpo, pero ella también. No creo que la balanza se incline todo, si pudiera solo rendirme. ¿Pero puedo?, ¿si quiero?, ¿por qué no puedo? Quizás debería...

Debo seguir defendiéndome, sus golpes son levemente más rápidos que los míos aunque no logren nada, espera... sus manos. ¿Sus manos están sangrando? Tiene quemaduras, por ahora leves, pero yo no sé las hice.

¿Está sufriendo algo así por mí?, ¿están sus manos ardiendo para no hacerme daño? No puedo creerlo, no puede seguir siendo así...

Me tiró al suelo, incluso sin hacerme daño, me está ganando. Haber logrado esto, esta determinación es increíble. Sí, sí, yo estaba equivocado, yo estaba totalmente errado, debo resistirme, debo desistir. Hermana lo lamento, compensaré mi error, te protegeré de la forma que debo No de esta... yo... renuncio a mi ángel. ¡Renuncio a Morsiel!

Eligiendo a DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora