2.3

184 19 17
                                    

Ya han pasado 7 días desde que los celulares se incorporaron en el mundo.

Muchos genios crearon juegos y más aplicaciones, el mundo de los celulares era más grande que nunca!

Todos los mugiwaras son adictos a sus celulares.

Robin, Zoro y Sanji al principio no querían usarlos.

Sanji lo empezó a usar para coquetear en esa aplicación llamada «Tinder»

Mientras que Robin empezó a usar su celular para leer libros. (La mayoría eran pirateados.)

Y Zoro solo lo usa para ver las ofertas de Katanas que habían en el mercado.

Sorpresivamente, ahora existía el servicio de delivery a través de las gaviotas. Aunque si quieres algo muy pesado, tendrás que esperar días para que un barco te lo traiga. Las gaviotas no pueden con tanto peso.

El periódico todavía existe, pero ya no es lo mismo. La mayoría de las personas leen el periódico en sus celulares, aunque todavía sigue siendo pago.

Uno de los mugiwaras a estado ignorando todas sus tareas por estar adicto a su celular.

Ese mugiwara es... El mismísimo capitán.

Luffy a estado ignorando todo a su alrededor solo porque ahora es un gamer, vive jugando esos juegos moviles.

Y todos estaban hartos.

Ellos también son adictos a sus celulares, pero ya no soportaban ver cómo Luffy ya ni le interesaba poner orden en el Sunny. Y todo por unos juegos.

—Luffy, es hora de que entregues tu celular. - Dijo Nami viéndolo mal.

—¡Espera! ¡Ya casi mató a este maldito!

Nami solo negó con la cabeza y le quitó el celular de un tirón y se fue corriendo a la habitación de chicas para trancarse.

Luffy la iba a seguir para que le devolviera su celular pero Zoro lo paró.

—Es por tu bien Luffy, las adicciones no son buenas.

—¿¡Qué!? ¡Pero no tengo ninguna adicción! - Dijo haciendo un puchero. —Espera... ¿Desde cuándo estamos parados en una isla?

—...Desde hace 2 días estamos aquí. ¿No te diste cuenta?

Luffy solo negó con la cabeza.

—Supongo que es el culpa del teléfono. - Dijo Sanji en voz alta.

Luffy resopló y se fue corriendo a trancarse en el camarote de los chicos.

«¡No puedo creer que me estén haciendo esto a mi! Yo soy el capitán, soy el que debería de poner órdenes, no entiendo porque me están poniendo órdenes a mi.» Pensaba Luffy o eso el creía.

—Lu eres el capitán pero gracias a tu adicción olvidaste que eras el capitán. Ni siquiera te habías dado cuenta de que habíamos llegado a una nueva isla. - Dijo Yamato sentado en una de las camas.

—Pero... ¡No volverá a pasar! Era solo la emoción del celular. - Dijo Luffy tratando de arreglar todo. -Por cierto Yamato, ¿Qué haces aquí?

—¿No puedo estar en la habitación donde duermo?

—No es eso, es solo que pensé que no había nadie aquí shishi.

—Oh... Bueno Lu, Nami tal vez te entregue el celular si te empiezas a comportar como antes y no como un obsesionado con los juegos. Parece que no has tocado el pasto en siglos...

—¡Oye no digas eso! Si lo he tocado. - Se puso los brazos en el pecho. -Hoy obtendre mi celular devuelta, recuerda mis palabras Yamato.

—Lo que digas. - Se encogió de hombros.

Llegaron Los Celulares | one pieceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora