Siete

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-¡Señoritas y rufianes: A desayunar!

El grito de un rubio que se hallaba de un excelente humor, fue escuchado en todo el barco y atrajo a todos los tripulantes al comedor, donde una mesa con comida de aspecto y aroma espectacular los esperaba.

-¡Todo se ve delicioso! - Dijo Luffy con estrellas en los ojos, la saliva empezaba a gotear de su boca.

-S-sanji... Hoy te luciste. - Dijo Usopp tragando saliva. Chopper asintió varias veces, tenía la misma cara que Luffy.

-Ay, Sanji, luce genial. - Nami y el resto entraron al comedor y tomaron asiento, listos para degustar lo que el cocinero había preparado con mucho empeño.

Para las damas había dos huevos estrellados y tocino, acomodados de tal manera que pareciera un corazón, un pan tostado y jugo de mandarina recién exprimido. Para los chicos lo mismo solo que sin toda la atenta presentación...  O al menos no para todos, Ace tenía un plato aun más llamativo que el del resto, incluso su nombre estaba escrito con salsa y un corazón a lado. Al centro de la mesa había más carne y pan para el capitán.

Portgas quedó pensativo, miraba el plato frente a él y veía después al cocinero que servía más bebida a las damas coquetamente. Sonrió y empezó a comer, como siempre una delicia.

Ace como el resto de la tripulación estaba saboreando cada bocado, disfrutando la explosión de sabores dentro de su boca, comiendo apresuradamente, con desespero, como si no hubiera un mañana. Tan rápido que se ensució la mejilla de salsa... Sanji notó esto y le pareció dulce, se acercó al pecoso y con su pulgar limpió la comida para luego lamer su dedo y saboreando lo derramado. Ace se fue colorando poco a poco por las acciones de su compañero, pero antes de decir cualquier cosa, quedó dormido en su almuerzo... El cocinero rio dulce.

La tarde transcurrió en paz, ni un monstruo marino o alguna tripulación problemática, ni la marina, ni Luffy, nada de nada puso en peligro a los piratas.

Ace entró sigiloso a la cocina, faltaba poco para la cena, y moría de ganas por preguntarle al rubio que había sido todo ese espectáculo en su plato del desayuno. Quería entrar sigiloso y solo a preguntar eso, pero el aroma de la comida era tna bueno que se le olvidó y llegó a poner su barbilla en el hombro de Sanji.

-Huele delicioso~ - Dijo observando embelezado la comida del rubio.

-¡Ace! - Sanji se sonrojó y sonrió de inmediato. - Me alegra oír eso, oi, te préparé onigiris especiales de bocadillo. - Torpemente corrió al otro lado de la cocina y se los entregó al mayor sonriendo dulce. Las bolas de arroz parecían más corazones. - Estuve pensando en ti mientras los hacía... - Sintió sus mejillas arder.

-Eres muy dulce, muchas gracias. - Sonrió aún más tierno Ace y dio un mordisco a uno de los onigiris. - Delicioso. - Dijo aún con la boca llena haciendo sonreír radianrtemente a Sanji, no había nada mejor para el cocinero que escuchar a ese joven halagar su comida. - Oi. - Tomó su mano y tragó lo que tenía en la boca. - Disculpa mis modales. - Sonrió apenado. - Pero, ¿Qué es todo esto? Hace apenas unos días te portabas diferente, ahora eres muy atento conmigo y ese brillo en tus ojos... ¿Sucedió algo?

-D-de hecho. - Sonrió Sanji avergonzado por ser tan obvio. - Pero no te diré que. - Se cruzó de brazos y se dio la espalda haciendo un puchero infantil.

-Jajaja, pero Sanji-San..-Ace sonrió por lo dulce que se veía aquel rubio. - Déjame saber, es lo menos que puedes hacer por mí después de usar tu encanto para mantenerme aquí.

-Nadie te está obligando, puedes irte si quieres, pero hiciste una promesa. - Le miró de lado. - Dijiste que te ibas a quedar e ibas a enamorarme.

-¡Jajaja, eso ni fue lo que yo dije! - Rio Ace dulcemente.

-Pues eso yo entendí. - Cerró los ojos afirmando lo anterior. - Y lo has logrado... - Murmuró entre dientes para sí sin que Ace lo escuchara.

-Bueno, bueno, está bien. - Dijo Ace levantando las manos rendido. - Pero vamos, ¿En serio no me dirás que sucedió que te hizo feliz de nuevo?

-Digamos que liberé un cúmulo de preocupaciones recientemente. - Dijo el rubio y dio una calada a su cigarrillo. - Ahora que no me preocupa nada, me siento más tranquilo y por lo tanto feliz.

-Me alegra oir eso, pero no explica tus atenciones conmigo. - Levantó una ceja sonriendo al darse cuenta que Sanji había comenzado a sentir algo por él, quizás antes sólo era atracción física, y ahora se sentía realmente enamorado como él lo estaba del rubio. - ¿Será que te gusto? - Dijo pícaro observando la celeste mirada del rubio.

-¡Idiota! - Sanji se sonrojo y escuchó a Ace reír, no sabía que molestar a Sanji era tan divertido. - No me gustas... Solo quiero que te quedes para no tener pesadillas. - En parte, eso no era del todo mentira, inicialmente era así y por su capitán, pero ahora sí sentía algo por el pecoso.

-¿O sea que me estas usando? - Ace no borraba esa preciosa sonrisa de su rostro, creía que Sanji lo decía en juego.

-Efectivamente. - Sanji se cruzó de brazos, todo estaba siendo de "broma" obviamente no había hecho eso antes... (?) - Pero eso a ti no te importa, ahora vete de mi cocina. - Ordenó.

-Bien, pero quiero un postre, cuando desperté en la hora de la comida, Luffy ya se había comido todo el pastel de chocolate. - Hizo puchero.

-Ay si... Perdón.-Sanji dejo de actuar infantil y de "bromear" . - Intenté quitárselo, pero no pude... En verdad lo siento quería guardarte algo pero ¡aah! ¡Maldito pozo sin fondo! - Pateó el suelo suavemente.

-Jaja, oe oe, no te preocupes. - Ace tomó sus hombros y le sonrió. - No me refería exactamente a ese tipo de postre. - Mostró una sonrisa tunante.

-¿Ah? ¿Entonces qué tipo de postre? - Preguntó el inocente rubio apagando su cigarro en un cenicero.

De un momento a otro, los colores se le habían subido al joven de las cejas rizadas, tenía los ojos abiertos tan grandes como platos y los hombros tensos, no podía creerlo... Ace lo estaba besando.

Ace le robo un dulce beso que profundizó tomando las caderas del rubio, sintiendo ese sabor de cigarro nuevamente en su boca... Hacía mucho que no probaba los deliciosos labios del cocinero, no había nada más delicioso.

Ssnji se relajó un poco pero su cara no volvió al color normal, tomó el cuello de Ace y correspondió el beso moviendo sus labios al apar, era mejor de lo que recordaba... Sus labios embonaban, parecían hechos el uno oara el otro, o quizás era que ahora que veía a Ace con otros ojos podía disfrutar más de esa noble caricia que le daba en su boca.

Ace se separó y bajó su sombrero cubriendo sus ojos y disimulando su sonrojo. Sonrió orgulloso y le dio un último beso en la mejilla a Sanji.

-Te veré en la cena. - Salió de la cocina. - Oh, grandioso postre. - Se detuvo en la entrada y se refirió al beso, sonrió y continuó con su caminata.

Sanji estaba rojo, sentía su corazón latir rápidamente. ¿Besar a Ace había sido así de maravilloso? Tocó sus labios y sonrió al recordar el contacto con los del pecoso... Un beso légal es hermoso, pero uno robado lo es aún más.

ESTOY DE REGRESO!!! ^^ aaaawww, amo a estos dos ^^ neta, los amo <3, ya extrañaba escribir aquí :D como están? Jsksja pido perdón por abandonar a este bebé, pero tenía que aprovechar la inspiración de KidLer :D, en fin, sin más rodeos bienvenidos de nuevo a este fic, espero les guste y ahora si no habrá más pausas ^^ HASTA LUEEEEEGOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

Quédate...   - Ace x Sanji - Donde viven las historias. Descúbrelo ahora