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"QᴜÍᴛᴀᴛᴇ"

Kihyun solto un largo suspiro, de no ser porque se trataba de algo relacionado con el instituto, estaba cien por ciento seguro de que no estaría frente a la casa de Hyunwoo en ese momento.

- ¡Bienvenido, príncipe!- exclamó Son, acompañado de un silbido al ver como se encontraba vestido Kihyun.

- Si, si, si- trato de ignorar las palabras del mayor - ¿Empezamos?- Preguntó sin rodeos.

Hyunwoo sonrió y le hizo una seña para que lo siguiera escaleras arriba de aquella hermosa mansión que tenía por casa. Aunque Kihyun no se sorprendió, después de todo su casa era aún más grande.

- Creí que podía impresionarte pero veo que he fallado- bromeó el pelinegro mientras se sentaba sobre su cama.

Kihyun observó a su alrededor, una habitación normal, con paredes opacas y uno que otro retrato familiar, nada inusual.

Hyunwoo noto la mirada curiosa del menor sobre su habitación.

- ¿Esperabas ver algo más?- sonrió.

- A decir verdad, si- el pelirosa se encogió de hombros.

Después de que Kihyun insistió como por media hora, ambos chicos dieron inicio a su trabajo de biología. Pudo notar que durante todo el tiempo que había estado ahí, nadie de parte de la familia del mayor había hecho su aparición, de hecho, pareciera como si solo Hyunwoo viviera en ella. La única persona que apareció fue la señora que se encargaba de hacer la limpieza en toda la casa.

Mordió su labio, quería preguntar.

- Hyunwoo - llamó tratando de no sonar nervioso.

- ¿Si?- preguntó el chico con su vista posada en la computadora.

Kihyun arrugó un poco las sábanas de la cama, que era donde se encontraba sentado, junto a él varios libros y hojas con textos acerca de los diferentes tipos de bacterias se encontraban regadas.

- ¿Donde esta tu familia?- preguntó después de unos segundos.

Hyunwoo detuvo lo que sea que estaba haciendo en la computadora para posar su vista en el chico sobre la cama, para poder inspeccionarlo.

Kihyun nunca había mostrado una pizca de interés hacia el en cualquier sentido, así que le resultaba algo asombroso que le preguntara algo de su vida.

- Vivo solo- respondió parándose de la silla donde se encontraba antes sentado.

- ¿S-solo?

El pelinegro asintió.

- No tengo una buena relación con mis padres, así que compraron está casa para mí, incluso pagan mi instituto y también tengo una mesada. Esa era la única solución para que ambos no quisieran matarme cada vez que me veían- agachó un poco su cabeza - también era la única opción que tenía aunque no quisiera.

Kihyun tomo su mano tratando de darle ánimos, nunca se había interesado en el mayor por lo que no sabía lo que este había pasado.

Hyunwoo elevó su mirada claramente sorprendido.

Era un momento maravilloso.
Claro hasta que el mayor se tiró encima de Kihyun, derribandolo sobre la cama, y acomodándose sobre el.

- ¿¡Qué haces!? ¡Quítate! - Kihyun sentía sus mejillas arder.

Se movía tratando de tirar al mayor, cosa en la que fracasó, cuando sintio los labios del pelinegro, haciendo que los esfuerzos por liberarse se detuvieran y se quedará paralizado ante el suave tacto de los labios del mayor contra los suyos.

Los bonitos labios de Kihyun eran tan suaves, con un extraño sabor a cereza que no sabría explicar de dónde provenía.

Hyunwoo comenzó a mover sus labios contra los ajenos, mientras que Kihyun sentía que en cualquier momento su cuerpo lo traicionaría.

- Joven Son ya limpié todo, solo venía a decirle qu...

La puerta se abrió y la mujer paró en seco al ver a ambos chicos besándose. Kihyun rápidamente tomo fuerzas y lanzó a Hyunwoo al suelo.

- N-no e....

- ¡Lo siento!- la mujer hizo una reverencia antes de que Kihyun pudiera explicarle todo.

Dicho esto, cerró la puerta y se apresuró a salir de la casa.

Hyunwoo se paró.

Y observó con descaro a su acompañante.

- ¿Quieres que este Bifur te vuelva a besar?

ʙᴇᴀᴜᴛɪғᴜʟ ғᴀᴄᴇ [sʜᴏᴡᴋɪ]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora