Se fue temblando del placer

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Estas últimas noches han sido lluviosas, algo poco usual en esta época del año en mi país y ciudad, pero lo conveniente es que se presta para actividades más erógenas y perversas.

Vivo solo en un apartamento en cercanías de la playa en Santa Marta, Colombia, hace un par de semestres le vengo dando posada a una chica que estudia y trabaja en esta ciudad, un amigo nos presentó y ella estaba buscando esa posibilidad, yo estaba disponible y le ofrecí lo que buscaba sin problemas.

Al cabo de unos meses tomamos más confianza y hablamos más a fondo para conocernos, una noche de esas de bohemia dónde la brisa del mar y la luna llena tienen un efecto en el cuerpo un poco erótico, las cosas se calentaron, a tal punto que empezamos a hablar de nuestras experiencias sexuales más íntimas y secretas.

Cuando la conocí me pareció una mujer muy caliente, de cara se veía sensual, angelical y perversa a  shorts de jean sugerentes que me dejaban ver una deliciosa entrepierna y unas ombligueras que dejaban ver un sensual ombligo con el que provocaba juguetear con la boca.

Esa noche me contó muchas experiencias, se notaba que se excitaba cada minuto que hablaba, yo compartí mis relatos eróticos con ella, y hubo un en especial que noté que la impactó, creo que modestia aparte, fue en el cual le dejé saber que tengo un miembro de 23cm, ya que empezó a preguntarme más sobre el tema.

- Enserio te mide 23cm o lo éstas inventado para impresionar

* Para nada, es el tamaño que tengo, una ex experiencia erótica, se tomó el trabajo de medirlo de cabo a rabo.

- Y se lo has metido todo a todas o algunas no les entra todo?

* A mí me gusta meterlo todo pero es claro que algunas no pueden con él, muy pocas han soportado hasta el pegue'

- La verdad es que a mí me gustan grandotas, que se les pinten las venas, me encanta sentirlas muy duras, la verdad mi fetiche son los penes enormes, sentirlos en mis paredes vaginales, o en mi boca me encanta.

En este punto ya no podía disimular mi erección en la pantaloneta, la tenía tan dura que sentía que me dolía el glande, seguramente estaba rojo y brillante como cuando me excito demasiado.

- Oye, estás parolo? Dijo ella con una sonrisa pícara en el rostro

* Si un poco, no te voy a negar que me encantan los relatos eróticos, me encanta una mujer que le guste hablar del sexo, y tengo una imaginación muy creativa, me ví reflejado en tus relatos eróticos, haciendo lo que te gusta que te hagan, y el hecho de que preguntes sobre mi pene, me lo está poniendo muy duro ahora.

- Sabes, desde que te conocí tuve la curiosidad de saber cuánto te media, a mí me encanta coger con hombres altos, porque por lo general la tienen bien grande y venosa, por cierto... ¿Cuanto mides de alto?

* Yo mido 1'90, respondí algo extasiado y un poco erguido de la excitación.

Seguimos hablando del tema y haciendo preguntas pícaras, por un rato, hasta que no aguantamos más.

- Estoy excitada Jose, hace rato que noté lo dura que la tienes, y se nota que tienes esos 23cm bien puestos, ¿Crees que pueda verla?

*Claro Ivana, adelante, esta así por causa tuya, técnicamente es tuya, respondí excitado y curioso de notar su humedad vaginal.

Bajé mi pantaloneta y mi pene salió a presión como alguien a quien no dejan salir de un espacio como prisionero, noté su rostro inmediatamente vio mi miembro, mordió sus labios y se acercó un poco más.

- Crees que pueda tocarla, preguntó mientras pasaba su suave mano derecha sobre mi pierna sin disimulo alguno

* Eres libre de hacer con ella lo que gustes, la verdad es que tú me causaste está erección y fantaseo con la idea de que tú la goces.

Esto la hizo perder el control, tocó mi pene con suavidad y firmeza a la vez, me masturbo mientras se mordía los labios y le propuse algo más.

* Me encantaría ver qué tan húmeda estás en este momento, le dije mientras notaba la humedad de sus panties y sus shorts de jean

- Esperaba que lo pidieras, tú causaste que esté tan húmeda y excitada, así que tus deseos son órdenes.

Acto seguido, con su mano derecha corrió su panty y su shorts a un lado, era una delicia de vagina, era como una flor de loto, carnosa, se veía tan exquisita, quería comérmela a besos inmediatamente.

- ¿Te gusta lo que ves? Dijo mientras con su mano izquierda se masturbaba y con la derecha agarraba mi pene con fuerza.

* No tienes idea, quisiera hacerte sexo oral y darte un beso negro, mientras meto mis dedos en tu deliciosa y estrecha vagina Ivana, le dije mientras manoseaba sus enormes nalgas duras con ambas manos

Beso su boca apasionadamente, siento su lengua y la mía chocar mientras mi erección y su humedad se magnifican a cada segundo.

La tomo ahí donde está me siento y la siento encima de mi, me cabalga con tanto placer que siento como su humedad tibia baja por cada centímetro de mi pene mientras entro y salgo de su vagina, se deja ver cómo blanquea mi pene con sus fluidos de pasión, ese nectar que quería probar con tantas ansias desde el primer día que la fantasee

Llega a un delicioso orgasmo celestial que me hizo sentir al apretar sus piernas con mi pene aún dentro de ella, fue delicioso como se entre cortó su respiración, a tal punto que se desvaneció por un segundo, volvió en si diciendo que jamás había sentido un pene tan delicioso.

Saco mi pene y la siento en cuatro, beso sus labios vaginales con tanta pasión, que siento como esos labios me corresponden el beso, con sus movimientos al sentirse tan estimulada, meto mis dedos dentro de su vagina mientras sigo besándola y esto la hace gemir descontroladamente, estímulo su clítoris con mi lengua mientras con la yema de mis dedos empujo hacia afuera suave pero firmemente.

Subo un poco y beso su enorme derrier, sin sacar mis dedos de su estrecha vagina, abro un poco sus nalgas y beso ese hermoso derrier suyo, me encantaría entrar por ahí, pero quiero seguir gozando su deliciosa vagina, regreso a su clítoris ya hinchado y soplado de sangre, y no me toma mucho tiempo hacerla llegar, mientras apreta mis orejas y araña mi espalda, chupo toda su zona vaginal sin control, siento como ese líquido blancusco y tibio entra en mi boca, agridulce, delicioso, excelso, mágico, inolvidable sensación la que sentí al verla y sentirla llegarse.

Me levanto y la dejo ahí en cuatro, meto mi pene suavemente en su vagina, es estrecha, siento como cada centímetro de mi miembro entra en ella, y un cosquilleo acompaña toda la sensación, continuo suavemente mientras aprieto sus nalgas con mis manos, me excitó tanto ver el paisaje que empiezo a darle duro, la nalgueo mientras aumento la velocidad y fuerza, empieza a gritar y gemir de placer, a tal punto que se empieza a llegar a chorros de placer, sigo dándole desenfrenadamente, siento como sus piernas empiezan a temblar del placer que siente al yo entrar, hasta que ya no controlo más mi eyaculación, saco mi pene y chorreo sus nalgas y vagina, la volteo y chorreo sus enormes senos redondos y deliciosos, fue algo mágico, genial, magnífico, excelso, glorioso, me dijo que se sintió en el cielo y El infierno a la vez de lo mucho que le gustó, y se fue con las piernas temblando a su cuarto de lo delicioso que fue.

Al otro día llegué un poco tarde del trabajo, y no notó que llegué, la encontré masturbándose acostada boca arriba, me excité bastante mientras la veía y luego me deje descubrir, pero lo que vino después, queda para otra ocasión...

El Deseo Que El Subconsciente OcultaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora