Kazutora Hanemiya se encontraba limpiando la sala de su casa, el ritmo de la música hacía que su cuerpo reaccioné
—the only memory is us kissing in the moonlight. —cantando pequeñas partes de la música.
El sonido del celular vibrar hizo que dejara aún lado la escoba que tenía, agarró el celular contestando
—¿Diga?
—Hanemiya.
—Señor, es un gusto que me llame ¿Que se le ofrece? —hablo educadamente.
—Te necesito ahora en la gerencia, conseguimos una información de la persona que debes asesinar. —fue directo al grano.
—Ya veo, estaré en unos minutos por haya. —colgo.
Guardo las cosas de limpieza, para luego cambiarse de ropa una más formal
Cerro la puerta y se dirigió a su auto, al entrar arrancó lo más rápido que pudo para llegar a tiempo
—Carajo, baji llegará hoy. —sacó su celular mientras conducía.
Tecleo un rato para luego tirarlo al asiento del lado y seguir conduciendo
Al fin había llegado a su destinó, lo saludaron las empleados que se le acercaron
—Kazu-kun, que alegría verlo otra vez.
—Lo mismo digo. —le sonrió.
—El señor lo espera en su oficina, dijo que no se tarde mucho. —se fijo en sus papeles.
—Entiendo. —camino hacia el ascensor siendo perseguido por la chica.
—También nos dijo que luego de hablar con el, vendrá con nosotras.
El bicolor solo asintió para entrar al ascensor y despedirse de aquella chica
Se fijo en los números y estaba recién en el piso nueve, falta como once pisos más para llegar. Cuando estuvo en su destino apuró su paso, para luego tocar la puerta tres veces
—Pase. —abrió la manija ingresando.
—Ya estoy aquí. —dejo aún lado su sacó y se sento delante de él.
—Bueno a lo que viniste. —saco un formulario y empezó a checar.
—Solo te damos 48 horas para matar al enemigo. —lo miro con total seriedad.
—¿Que? —estaba sorprendido.
Como el bicolor lograría matar a alguien que tiene los mismos pensamientos casi iguales que el
El señor solo le dio algunas indicaciones de que le pasaría si no cumple
—Dalo por hecho que lo asesinare. —agarró su sacó y salió de ahí.
—Cómo digas. —sonrió ladino.
El bicolor se dirigía a una de las tantas habitaciones que se utilizaba como guarida
—Kazu-kun. —la chica se lazo a abrazarlo.
—Hola senju. —con su maní derecha desordena su melena.
—Te estábamos esperando, ¿Tanto te hizo esperar ese viejo? —hizo puchero.
—Sabes como es. —soltó una risa.
Las demás chicas también al verlo se lanzaron a abrazarlo, claro que el bicolor no las apartaba porque al estar ya muchos años con ellas las consideraba como sus hermanas
Al ya acabar de dar abrazos se pusieron a investigar todo sobre el enemigo que tienen que asesinar
Kazutora se encontraba viendo un archivo que le mandaron para que se fijará e reconozca la cara de la persona
Al estar viendo los videos no tenía nada interesante y siguió buscando, hasta que en unas de las grabaciones noto algo
Acerco más el video para ver la persona y se quedo perplejo
Justo en ese instante el celular de la compañía empezó a sonar, haciendo que senju agarra el teléfono para contestar
—¿Hola? Si se encuentra, solo que está muy ocupado que no puede contestar.
—Solo quiero que me diga a que hora será la cena. —del otro lado de la línea.
—Kazu-kun, es su esposo. —el bicolor solo asintió.
—Me preguntó a que hora será su cena.
—La misma hora de siempre, a las 7. —seguía concentrado en la grabación.
—Dice que alas 7. —soltó un poco apurada para colgar.
—Ah muchas gracias. —al decir lo último se corto la llamada.
Senju se fijo en kazutora y este estaba como sorprendido por algo, le entró curiosidad saber lo que le sorprendió, pero decidió mejor no preguntar, para luego seguir investigado
Kazutora volvió a acercar la grabación más cerca para notar nuevamente los rasgos de la persona
La persona estaba sonriendo mientras salía del lugar donde acaba de acabar con unos mafiosos, se fijo en su sonrisas y resaltaba sus colmillos
—Maldición... —golpeó su escritorio haciendo alertar a las demás.
Las chicas miraron muy confusas al bicolor que se encontraba atrapado en sus pensamientos
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