Sustituto

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Capítulo V – Sustituto
Personajes:
Uchiha Madara
Universo: Narutoverse
Advertencias: Lemon/lenguaje altisonante/lenguaje obsceno/sexo sin sentido/uso indebido de un clon

Nota del autor: Mientras escribía esto, lo sentí bastante genérico. 

Sustituto

El murmullo de la lluvia repicaba sobre el techo de hierbas. Madara suspiró sobre el genkan y soltó los seguros de su armadura, completamente empapada. Serían algo más de las once de la noche cuando se quitó las sandalias y entró, finalmente, a la mansión que tenía por hogar. Ni siquiera se tomó el tiempo de anunciarse, suponiendo que era muy tarde para que alguien le estuviese esperando. Habían sido cuatro meses infinitamente largos, extrañaba su casa, su futón, a su esposa. Caminó tranquilamente por el tatami, divagando un poco en sus pensamientos. Sin embargo, sus pasos se detuvieron abruptamente al escuchar un sonido que venía de la habitación que solía compartir con su mujer. Sacó un kunai de entre su ropa, mientras sentía como cada uno de sus músculos se tensaba. Agudizó su oído, en un intento por identificar el tipo de ruido. Frunció el ceño bruscamente cuándo supo qué era. Gemidos. Lo que estaba escuchando eran gemidos. Su sangre comenzó a hervir de forma instantánea, mientras su Sharingan giraba, como solía hacerlo cuando se encontraba en la más feroz batalla ¿Su esposa, la señora Uchiha, le estaba siendo infiel? ¿Cómo? ¿Por qué? Madara sopesó todas las posibilidades, siempre había creído que su matrimonio funcionaba increíblemente bien. Esa mujer iluminaba sus días con su mera presencia, le besaba cada mañana y dormía con él cada noche. ¿Era por qué no era un esposo especialmente afectuoso? ¿Serían sus misiones de larga duración? Soltó una bocanada de aire cuando se encontró justo al lado del fusuma, que estaba abierto. Antes de asesinar a quién hubiera osado conquistar a su esposa, les iba a espiar un poco. Tenía curiosidad de saber por quién le habían cambiado, su ego herido exigía una respuesta. Se apoyó sobre la puerta corrediza con sumo cuidado. Abrió sus orbes de obsidiana desmesuradamente cuando se vio a sí mismo debajo de su esposa. Su cuerpo estaba cubierto por una fina capa de sudor que le brindaba un brillo especial a su piel. Uchiha refunfuñó cuando aquella imitación suya, se incorporó y besó a su mujer con el mismo ímpetu con el que él acostumbraba a unir sus labios con los de ella. Por demás, una pregunta muy básica surcó su mente: ¿Su sustituto era un Kage Bunshin o simplemente era otro tipo con un jutsu de transformación? Empero, su erección tiró entre sus pantalones al mirar detenidamente como la anatomía de su mujer se movía con maestría sobre el miembro de su vulgar reemplazo. La vista le resultaba demasiado excitante: su esposa le daba la espalda a su substituto, haciendo que su cuerpo desnudo quedara frente a sus iris, pudiendo apreciar cada una de sus expresiones, el sonrojo de sus mejillas, sus dientes mordiendo su labio inferior. Su pálida tez se estremeció cuando la escuchó gimotear su nombre. La situación se le hizo especialmente caótica, al observar a aquel hombre incorporarse nuevamente y llevar sus manos, exactamente iguales a las suyas, al lugar dónde se unían las piernas de ella, acariciando su clítoris, acelerando el proceso.

Y en ese preciso instante, su paciencia se colmó.

– ¡BASTA! – La voz profunda de Madara llenó la instancia, destilando ira.

– Ma... ¡Madara! – Un puff se oyó. El Kage Bunshin se había deshecho en vista de la repentina aparición de Uchiha. La cadera de la joven golpeó el colchón.

– Así que era un clon...

– ¡¿Qué estás haciendo aquí?!

– ¿Qué estabas haciendo tú cogiendo con un clon que se ve como yo? – Madara empezó a moverse, dando pasos cortos, acercándose cada vez más al futón. El miedo brotaba por cada uno de los poros de su mujer ¿Contaba cómo infidelidad lo que había hecho? Técnicamente no era otro hombre...

ONE SHOTS | Uchiha MadaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora