¿Destinados?

Te quiero.

-Lo siento, lo siento muchísimo. -Susurro en mi oído sin soltarme.

-Oye idiota, suéltala, no te atrevas a tocarla.

-¿Qué? ¿Necesito tu permiso? -Robert miro a Ana de arriba abajo.

-Sí, lo necesitas ¿Tienes algún problema con eso? -Escupió Ana furiosa.

-Mira, necesito hablar con Kim... A solas. -La miraba como si le suplicara que se fuera.

-Está bien, tienes 10 minutos. Kim, si te hace algo gritas, me quedare cerca.

-Si señorita. -La mire y le sonreí agradecida.

-Okey, eso ha sido bastante extraño, pero ese no es el punto.

Ana no se había ido todavía pero Robert no pareció notarlo.

-Hey! Idiota sigo aquí.

-Lo siento. -Rio con nerviosismo. -Solo que cuando miro los ojos de Kim me quedo perdido en ellos e ignoro a todos.

-Kim, estoy dudando si dejarte sola con este enfermo, solo Dios sabe lo que podría hacerte.

-Bien campeona, creo que empezamos con el pie equivocado. -La miro y le dio una sonrisa sincera. -Soy Robert Blake, un viejo amigo de Kimberly.

-Wow, no vuelvas a decir mi nombre completo jamás, me dicen Kim, ¿de acuerdo? -Aclare ese pequeño punto algo molesta, bien, estaba muy molesta, odiaba que me llamaran por mi nombre completo.

Robert me miro divertido. -No puedo creer que aún no lo supures, eres un bebe.

-¿Disculpa?

-Nos estamos desviando del tema, bien Aní ¿Puedo llamarte así verdad?

-No, no puedes, para ti soy Ana.

-De acuerdo, entonces Ana ¿Puedes dejarnos solos unos minutos por favor?

-Bien, pero te vigilare de cerca.

-Trato. -Contesto Robert satisfecho.

Aní me sonrió y se marchó. Entonces Robert clavo sus ojos en los míos.

-Kim, no sabes el infierno por el que he pasado desde el día en que te fuiste, me sentía jodidamente culpable, además estaba enojado conmigo por ser un cobarde, por no defenderte como un hombre de verdad lo hubiese hecho, yo solo quería que me aceptaran, quería ser parte del grupo y supuse que esa era la manera correcta pero me equivoque, estaba cegado y me odio por eso.

-¿En serio? ¿Pasaste por un infierno? -Lo miraba sorprendida y enojada. -Yo viví un infierno y eso se debe a ti, pero realmente no te importaba.

-¿Crees que no me importaba? Siempre trataba de convencerlos para dejar de molestarte pero no lo conseguía, eran obstinados.

-Oh, debes sentirte un héroe. -Ironicé

-Joder Kim, realmente no lo entiendes. -Levanto la voz más de lo que esperaba logrando que me sobresalte.

-Sí, tienes razón, no lo entiendo ni planeo hacerlo. -Empecé a gritarle. -Las cosas no funcionan como tú crees, no puede venir, "dar explicaciones" y esperar que todo esté bien, no puedes hacer eso después de haber hecho mi vida un infierno.

-Kimberly, yo solo intentaba defenderte desde adentro.

-¡NO ME LLAMES ASI! -Nunca había estado tan enojada, este chico saca lo peor de mí. -Al parecer no funciono, porque hasta el día que me fui me trataban de la misma manera.

-Ese probablemente fue el peor día de mi vida. -Su cara denotaba dolor.

-¿Así? ¿Por qué? ¿Ya no tenías a quien hacerle la vida imposible?