Jkジョングク;;
Mis piernas estaban llegando a su límite, sentía que el camino se volvía eterno. Correr y correr hacia la cima de la colina donde se encontraba mi auto.
¿Porque mierda lo deje allí?
Pensé maldiciendo de mil maneras en mi mente. ¿Acaso ven justo que yo esté corriendo y los pedazos de mierda en sus autos? Hijos de puta.
Cuando llegue a mi vehículo, subí a este sin pensarlo dos veces, lo encendí y comencé a conducir colina abajo.
Reí al ver a los contrarios subir mientras que yo bajaba. Al tocar mis llantas la carretera acelere a una muy gran velocidad, tomé mi celular el cuál sonaba, mire la pantalla teniendo 10 llamadas perdidas.-Este pedazo de mierda es insoportable. Murmuré entre dientes para luego contestar la llamada. -¿Se puede saber que carajos quieres Min? Estoy en medio de una fuga. Solo pude oír su risa seca para luego sentir el tono de llamada. El pedazos de mierda había colgado la llamada.
-Es una mierda con sentimientos.
Llegue al barrio bajo en donde se encontraban mis empleados del sector A. Estos eran quienes recibían la droga que venía desde Europa. Baje de mi auto e ingresé a lo que parecía ser un desgastado edificio (por fuera). Dentro de este se encontraba alguien que tenían de vigilancia en la puerta, este al verme simplemente se corrió dejándome pasar.
Entre idiotas empaquetando merca a putas que se ofrecían a vender, todos quedaron quietos al verme. -Martinez, ven acá. Dije molesto mirando precisamente a este. Ya sabían quienes eran y sus vidas. -¿Eres sordo pedazo de mierda? Ven aquí antes de que te traiga de las bolas. Dije en un tono más seco. Este se acercó, de lejos podía verse su cuerpo temblar de temor.-¿Si...si señor?
Curve mi ceja mientras que me acercaba a paso lento hasta quedar frente a este. Saqué mi arma y pude oír los pasos de los demás alejarse sigilosamente. -Ahora que tengo la atención de todos. Quiero que esto lo tomen como una lección, que si ustedes me traicionan. Están muertos. ¿Correcto? Mire al contrario. -Arrodillate.
-Señor por favor, piedad. Tengo a mis hijos, mi esposa...
-¿Crees que tú insignificante vida me importa? Tú sabías que aquí hay una sola regla, no? Dimela. Sonreí levemente de lado mirándolo llorar. -No traicionarlo. Asentí a sus palabras.
-Exactamente. Y me traicionaste. Ahora, no te preocupes por tus hijos trabajaran para mí cuando tengan edad. Y tú esposa... Mordí mi labio inferior. -Le daré atención personalizada. Le sonreí a este para verlo acercarse a mi para golpearme pero mis guardias lo frenaron. -Debiste pensarlo Martínez. Lo apunté en su frente mientras que lo oía pedir piedad. Sin más disparé a su frente perforando esta mirándola sangrar. Dejaron su cuerpo caer al suelo.
-Bien. Limpien y denle un bolso de dinero a su esposa. Díganle que si abre la boca venderé a sus hijos.
Dejé el arma para girarme mirando a los demás. -A trabajae. Ahora. Suspiré pesado para mirar a una de las chicas llorar con disimulo. Me acerque a esta por detrás apoyándome en su trasero. -¿No me digas que ese imbécil era tu amante? Oh vamos hermosa. Te haré olvidarlo ¿Quieres? La tome de su muñeca para salir de allí. Abrí la puerta del copiloto y dejé que subiera, hice lo mismo y comencé a conducir a un motel cercano. No llevaría a ninguna de estas perras a mi casa ni por el culo más grande que tengan.
Horas después.
Termine de ducharme, salí de allí mirando a la zorra descansar. Tire unos billetes a su lado y me cambié para salir de allí viendo que estaba anocheciendo. En eso recibo un mensaje de Min diciendo que habría una fiesta en su casa. Obviamente no faltaría. Ahora mismo iré a mi casa para cambiarme e ir a la fiesta.
Sería una buena noche.
-
-
-
-Espero les guste, los capítulos no serán muy largos pero serán constantes.

ESTÁS LEYENDO
Te creí.
Fiksi PenggemarEn un mundo de narcotráfico, sexo, armas y mentiras, en nadie puedes confiar. Abrí mi corazón, a pesar de que esa mierda no daba el cariño suficiente. Fui cuidadoso con él, aveces. Le di lo que podía de mí porque realmente... realmente lo amaba. P...