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—Hanky~
Dijo dulcemente. Hank sintió un leve escalofrío cuando escucho su voz, solo que no se dió la vuelta para verlo. Auditor se acercó a la celda para verlo más de cerca.
— Te tengo una pequeña sorpresita.
Sonrió.
— Aunque ya te la tenía preparada desde que te traje..~
En un chasquido, 5 agentes agarraron a Hank y lo obligaron a salir de la celda, lo llevaron a una especie de habitación de torturas, estaba todo oscuro y no se veía nada, solo los ojos rojos de Auditor, ordenó que soltaran a Hank para ver cómo reaccionaba. Este prendió la luz y Hank miro horrorizado. Eran Deimos, Sanford y 2BDamned asesinados.
A Sanford le faltaba un brazo y parecía que había recibido bastantes disparos en el pecho, su cara estaba llena de moretones y sangre, sus lentes estaban rotos y manchados de sangre.
Deimos estaba lleno de rasguños y mordiscos, posiblemente fue asesinado por Tricky, también le faltaba un brazo, tenía una profunda herida en su pecho que posiblemente esa hizo que terminara con su vida, sin contar los fuertes golpes que tenía en la cara.
Y Doc era el que peor estaba, le faltaba media cabeza, un brazo y la mitad de una pierna, sin hablar de sus órganos todos salidos de su lugar, era un charco de sangre.
Hank retrocedia lentamente mientras procesaba lo que estaba viendo, ¿Era real? ¿Es un sueño?, Estaba helado, no sabía cómo reaccionar, comenzó a temblar mientras unas lágrimas caían de su rostro, no quería llorar pero no podía parar a sus lágrimas, no podía controlar su cuerpo, no paraba de temblar. Choco con Auditor que este se puso atrás de el y sin previo aviso tocó las caderas de Hank y lo obligó a apegarse a el, tocaba sin permiso el cuerpo ajeno mientras Hank seguía en su trance.
— ¿¡Q-qué mierda crees que haces!?.
Se volteo rápidamente para intentar darle una golpiza, pero no tenía fuerzas, no podía vengar a sus colegas, fue detenido rápidamente siendo empujado contra la pared mientras Auditor lo rodeaba.
— ¿Te gustó la sorpresa Hanky?..~
Decía pícaro mientras volvía a tomar las caderas de Hank.
— ¡Basta! ¡Suéltame maldito!.
Siguió insistiendo en golpearlo pero era inútil, sus golpes eran demasiados débiles y fácilmente esquivados, su debilidad le fue ganando tanto así que terminó por desmayarse en manos de Auditor, que este abrazaba y tocaba el cuerpo ajeno dulcemente.
— Me encantas..~
Susurró.
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