¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hank estaba atado a una silla, temblando y soltando audibles quejidos junto con una respiración agitada, por mientras Auditor parecía estar afilando un serrucho, cuando terminó puso uno de sus dedos en la punta afilada del arma sintiendo un pinchazo al instante, se dió la vuelta y se acercó al mercenario sonriéndole dulcemente para que no se asustara.
— Sabes Hank, yo siempre ame tus muslos.
Comenzó a acariciar la pierna del contrario.
— Son tan gordos, tan suaves, tan.. excitantes..~
Siguió con su cometido.
— Antes de que mueras.. Quiero tener un recuerdo tuyo.. Algo que me haga acordar los momentos lujuriosos que pasamos juntos..
Se agachó a la altura del contrario apoyándose en sus piernas y mirando sus lentes rotos.
— Pero tranquilo, podrás conservar tu otro muslo.
Comenzó a manosear el muslo derecho.
— Espero que aguantes esto.
Se levantó bruscamente agarrando el serrucho que dejó en el suelo.
— ¿Cómo te gustaría empezar? ¿Rompiendote los huesos? ¿O abrirte la pierna para quitarlos?
No recibió respuesta.
— Ayy no seas así Hank, si ni te corte la lengua.
Rodó los ojos molesto y se acercó a la pierna derecha de Hank.
— Empecemos por lo más difícil..
Tomo un cuchillo que tenía ahí cerca e hizo un corte pequeño pero profundo en la pierna del contrario, lo sacó y metió la mano dentro de la herida adentrandose en la pierna, siguió hasta llegar al hueso más flaco de la pierna. Tomo la cabeza del peroné e comenzó a forzejear con intenciones de arrancar el hueso, cada forzejeo provocaba un inmenso dolor en esa parte de la pierna, de un momento, por fin había sacado el peroné de su lugar, escucho un fuerte grito de dolor por parte de Hank, todo lo hacía con extrema delicadeza para que el hueso no se partiera y este en perfecto estado. Tomo elmaléolodel peroné y comenzó a forzejear de nuevo, esto fue un poco más complicado ya que habían venas y carne que le complicaban sacarlo de allí, con sus uñas filosas tuvo que comenzar a cortar cada carne que estorbaba, , con mucha delicadeza fue empujando el hueso hasta la herida que había hecho, provocando que está se abriera más cuando saco el hueso de ese lugar.
