Cambio

Reinicio

Alejandro:

Tras una de las perdidas que hizo que el no fuera el mismo todo se derrumbó y se convirtió en una rutina asquerosa.

Sin dudarlo es horrible. No es normal.

En la fiesta de su cumpleaños fuimos de fiesta y lo pasamos genial, se consiguió olvidar de Noelia lo máximo posible a pesar de que ella le escribió. Consiguió ligar, estuvimos de barbacoa, música, regalos, fiesta.

Eso sí, sin dudarlo cambió, demasiado.

Tras la fiesta de graduación meses después de todo, el ha cambió mucho.

Para empezar en la ceremonia estuvo bien , se gradúo pero sus padres no pudieron ir, en su día más importante, de noche en la fiesta Noelia le buscó y el la ignoró, estuvimos como 2 horas para que abriese el local y la fiesta duró poco y fue muy nefasta.

Por suerte a mi con Beth me va bien pero ver a mi amigo así...

Tras eso comenzó las vacaciones de verano y se mudó a otra casa con todos nosotros.

Ahora vivimos 3 en el piso ya que Anton sigue con sus padres.

— Hola ya he llegado, traigo churros—Entro por la puerta, son las 11 de la mañana, es sábado así que seguramente estará durmiendo Joe.

En la cocina me encuentro a André.

—Churros? — Le ofrezco la bolsa.

— Trae, gracias — Coge uno y lo muerde.

— Y Joe? — pregunto mientras me preparo un café.

— Sigue dentro con otra — Me cuenta mientras mira el móvil leyendo las noticias virtuales de instagram de deportes .

— Otra? Nueva? — Le miro con una falsa sorpresa

— Es la rutina que tiene ahora, de lunes a viernes trabaja de 8 de la mañana a 14 de la tarde, por la tarde se dedica a el mismo y por la noche con nosotros y a follar. Los fines de semana sale de fiesta con nosotros y luego se trae cada una a casa y se la tira y ya. Siempre igual no cambia nada.—

— Es insalubre eh? — Tomo asiento

— Bueno esta soltero hace lo que quiere, no fuma no bebe y está sano, al final por follar más no se muere —

— Ya claro pero...— Me interrumpe Joe saliendo de la habitación.

— Buenos días — Saluda Joe que lleva unos pantalones negros Nike y y unos crocks, y sin camiseta.

— Hombre, que tal follador de la pradera? — Le miro ofreciendo churros.

— Muy bien — Coge un churro y lo come mientras saca el colacao para desayunar.

Detrás de él sale la chica con la que estaba, vestida con su bolso, falda blanca y top negro, converse, unos pendientes de aro y unas gafas moradas y el pelo liso rubio y ojos verde claro.

— La puerta está a la izquierda. —
Le habla Joe sin siquiera mirarla.

— Claro, hablamos luego? — Responde la chica con tono esperanzador.

— Si y ahora vete.— Seco rápido y fulminante

— Vale — Se marcha con una cara algo triste.

— Qué cojones tío? — Pregunto indignado.

— Qué? — Joe pregunta

— Cómo la tratas así? Que no te ha hecho nada —

— Espera. — Mira al móvil — Bloquear, pues ya esta—