Sinceridad

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Al levantarme por la mañana la vi ahi a mi lado acostada, su sujetador estaba tirado en la silla junto el resto de ropa.

La luz del sol entraba levemente por las persianas y hacían ver su piel desnuda de un tono anaranjado.

Tras solo verla y recordar la noche anterior fue algo que me hizo subir mi adrenalina solo recordar como jadeaba y sentía todo..

Me puse mi ropa y la dejé con la manta durmiendo.

Puff son las 10 de la mañana, me habría quedado a dormir más la verdad. Al ir a la cocina me encuentro a los 3 mirándome con caras sonrientes.

— Que, campeón? — Muerde de su tostada con mermelada y me sigue mirando con cara de pícaro.

— Alex, ya eh— Sonriendo un poco de vergüenza.

— Vaya gritos eh— Anton cuenta bebiendose el café.

— No sabía que estabais todos... — Cojo unas tostadas mientras me da algo de vergüenza pero aun recuerdo esos momentos y puff...

— Has triunfado y la dejaste satisfecha eh? — André y sus cosas como siempre.

— Claro, si, pero otra cosa es que pasa luego no? — Habla Alex.

— Si es verdad.. No se que pasará — Mientras unto mantequilla y mermelada de fresa y preparo dos zumos de naranja.

— Toma la bandeja — André me la acerca.

— Ni una palabra a ella sobre anoche eh? — Les advierto a todos.

—Tranquilo— Hablan los tres a la vez.

Llevo el desayuno a la habitación, para cuando despierte Sony.

Nada más entrar veo a Sony en la cama sentada esperándome.

Me mira con una sonrisa y le dedico otra.

—Buenos días — Levanto un poco la bandeja para que vea lo que estaba haciendo.

—Buenos días friki— Me guiña un ojo y sonríe.

Me acerco y le doy la bandeja con el desayuno y ella ya se puso su ropa interior y estaba tapada a la mitad con la sábana.

Mientras ella come y yo bebo mi zumo miro el móvil y hablo con ella.

—Dormiste bien? —

— Si, y tu? — Muerde de la tostada y me mira

— Dormí genial — Le dedico una sonrisa y aparta la mirada mientras sonríe algo vergonzosa.

— Si estuvo bien je. —

— Demasiado bien— Porque es verdad que bien fue.

— Eres un tío callado y duro pero, porque? Si se puede saber. — Me mira preguntándome algo que odio contar.

Y no precisamente porque no quiera contarlo pero si porque pienso que siempre que me abro o cuento algo no le interesa a la otra persona.

— Pues me cuesta abrirme a la gente —

— Porque? — Muy curiosa y preguntona ella.

— Pues, es duro pero, bueno te contaré. A mi me encantaba demostrar mis sentimientos y contar todo a la otra persona siempre, pero cuando ves que haces eso y no una, sino varias, cada que les abro mi corazón y soy sincero y me abro con ellas, ellas al día siguiente se comporta raras o empiezan a ser distantes o simplemente pasan de mi y me hacen sentir mal porque hasta entonces estaban interesadas y luego, pues... Hacen eso y duele abrirte para que luego alguien pase de ti sabes? — Miro al techo mientras ando reflexivo

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