Hwang comenzó a acariciar el suave y sedoso cabello del menor, después prosiguió a besar su rostro, un beso en su frente, un beso sobre su mejilla, y otro sobre sus labios, siguiendo por las demás partes de su rostro, consiguiendo una sonrisa por parte del contrario, quien tomó su rostro entre sus manos y lo besó duradera y tiernamente.
Los dos estaban acurrucados sobre su cama, sus cuerpos juntos y sus piernas enredadas, cómodos y buscando el calor del otro.
—¿Ansioso por entrar ya a clases?—Preguntó Hyunjin después de que sus labios se separaron.
Felix sonrió y asintió.—Sí. Aunque me la pasé muy bien en vacaciones, extraño mucho a mis amigos y compañeros.—Lo miró a los ojos.—¿Y tú? ¿Quieres volver ya al trabajo?
—Mmm... Sí.—el mayor enredo sus dedos en su cabello, acariciando ahora su cuero cabelludo.—Estoy tan acostumbrado a pasar todos los días dentro del consultorio, que sinceramente me siento extraño al no estar ahí.—Rió ante su último comentario.
Felix rió junto a él.—Te creo. El hospital es prácticamente como tú segunda casa, pasas ahí la mayoría del día.
—La vida de un doctor.
Felix abrazó con fuerza a Hyunjin y recargó su cabeza sobre su pecho. Estaba ansioso por volver a clases, ver a sus compañeros, con los que se llevaba bien, y a Changbin, su mejor amigo. Pero en el fondo lo ponía algo triste, la había pasado tan bien en las vacaciones porque había tenido todo el tiempo y atención de Hwang sobre él, que no quería perder esos grandes momentos, sabía muy bien que volviendo a sus días habituales, llegará a casa después de clases y estará solo, o eso, hasta que le toque el día libre.
Como si leyera sus pensamientos, Hyunjin le dijo.—Para aprovechar, ¿quieres salir a comer? Después de eso podríamos dar un paseo por la ciudad.
—¡Claro que quiero!—Los ojos de Felix se iluminaron ante la idea.
—Entonces no perdamos más tiempo.—Comenzó a soltarlo y alejarse de su cuerpo para así comenzar a levantarse.—Vamos a arreglarnos e irnos, entre más pronto nos vayamos, mejor disfrutamos.—Estiró su mano hacia él.
Felix la tomó y comenzó a levantarse también.—Tienes razón, hyung. Deja me cambio y nos vamos.
—Ah, y elige ropa bien abrigada, que no quiero que te resfríes. Te quiero bien sano, porque también mañana vamos a salir, y pasado mañana, y así hasta que terminen las vacaciones.—Le habló seriamente, pero una sonrisa en su rostro.
Félix soltó su mano y camino hasta su ropero.—Está bien, me abrigaré muy bien...—Y claro que lo iba a hacer, no iba a pescar un resfriado y arruinar las pocas vacaciones que le quedaban.
Este era un día muy, pero muy especial, y nada ni nadie se lo iba a arruinar, de eso estaba seguro.
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- ya pasaron dos años desde que publique está adaptación, no pensé que iba a tener tanto apoyo. Es un poquito tarde, pero quiero agradecerles mucho por las vistas y por las votaciones.
