Crónica de una muerte anunciada

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Las dudas se volvieron certezas y el dolor de las  espinas en su débil y tierno corazón despertando al hombres  turbio y gris, lleno de defectos con ansias de herir sin justificación alguna más que desquitarse con el mundo por su credulidad y entregar el corazón a una  bella flor que creyó era luz y paz sin darse cuenta estaba seca y dura como las piedras donde fue encontrada y sin ganas de salir por temor a encontrarse otra bestia en este mundo oscuro lleno de maldad, el hombre se hundió en el vicio y alcohol. En cambio ella se aferro a sus frutos, diciendo  al hombre no quiero tu amor, quiero tu apoyo, no estoy lista para sentir sigue tu camino que en mi la amistad real y sincera solo puedes tener, no soy quien te hará sufrir o jugará con tu corazón, mis heridas son profundas y solo el tiempo las sanará, la bella flor cerró la puerta del amor al hombre pero le abrió la mente y dejó la idea en su mente que no toda rosa tiene espinas para lastimar corazones ya que muchas espinas son cicatrizes y reflejo del daño del pasado.

La rosa entre las piedras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora