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Descuida, los pequeños pasos también son sinonimo de éxito.
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Dos meses habían pasado en un abrir y cerrar de ojos.
Aunque T/N aun luchaba por sobrellevar aquella situación, una parte de ella logro entender que lamentarse y sufrir no valía la pena. Claro, Sabito había sido un pilar fundamental en este pequeño avance.
Actualmente ambos se encontraban caminando por la ciudad mientras charlaban sobre algunos temas al alzar, recién había acabado su última clase en la universidad, por lo cual se tomaron la libertad de procrastinar un poco.
Todo parecía marchar a la perfección, pero algo en T/N había llamado la atención en Sabito. La muchacha aparentemente se veía en perfecto estado, sin embargo, la punta de su nariz se veía tenuamente enrojecida y sus ojos parecían inchados, lo cual significaba una sola cosa; Había llorado.
Pero, ¿Que la habría hecho sentirse mal para que llorará? Todo había estado tranquilo en estos últimos dos meses, incluso había logrado un gran avance en lo referido al tema de la ruptura.
—T/N. —la llamo de manera delicada sin parar de caminar.
—¿Sí? —respondió casi inmediatamente, girando su rostro a su derecha, dirección en la que se encontraba Sabito.
El muchacho giro su rostro y al encontrarse con el de ella, sonrío.
—¿Vamos a la playa?
—¿Que? —preguntó confundida.— ¿A esta hora?
—No es tan tarde, apenas son las tres y algo. Además estamos cerca, no sería difícil llegar hasta allá. ¿Que dices? —insistió nuevamente.
T/N pestaño un poco extrañada, ¿Porque querría ir a la playa tan tarde? Aunque, aquella idea no sonaba tan mal...
Sonrió y soltando un suspiro resignada, asintió con la cabeza.
—Vale, suena a que será un buen plan.
—¡Eso! —Sabito no tardo en celebrar. Alzó los brazos y aire y agito la cabeza como loco de un lado a otro.
La muchacha rió divertida y negó con la cabeza, Sabito parecería ser muy amargado e incluso mandón, pero en el fondo era como un niño pequeño que amaba hacer travesuras.
