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El amor puede ser bastante extraño...
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Suspiró totalmente sorprendida por lo que acababa de escuchar. El chico frente a ella se mantuvo sereno, como si aquello no le importara en lo absoluto.
—Lo digo enserió, ya no podemos continuar con esto.
—¿Pero porque... Porque has tomado tomado esa decisión? —la desesperación aumentaba con cada palabra que salia de sus labios.— He intentado cambiar.... Se que no soy la mejor persona, pero intentado cambiar...
—T/N. —le nombró con cierto gesto de molestia plasmado en su rostro.
—¡¿H-hay algo que deba hacer para-
—¡T/N! —grito desesperado, interrumpiendola y haciendola callar de golpe.
La muchacha dio un pequeño saltito y apretó los labios intentando retener cualquier sollozo. Observo al chico y pestaño varias veces para evitar romper en llanto.
Estaba desesperada, no sabía en qué se había equivocado.
Había cambiado, intento mejorar todo lo posible por ser una mejor persona para su novio, ¿En donde se equivoco? ¿Acaso no lo hizo bien?
El chico suspiró y miró hacía otro lado, visiblemente incómodo.
—Se que te pedí una oportunidad más, pero... Esto no está funcionando, siempre estás ocupada con tus cosas y me haces a un lado, ¿Acaso no ves que tu misma has provocado esto? La verdad, no estoy dispuesto a estar con alguien asi...
—¿Alguien asi? —repitió confundida. —¿A que... Te refieres con alguien así? —pregunto, con temor de escuchar su respuesta.
—Alguien como tu. —contestó sin más.
Una fuerte presión se hizo presente en el pecho de la joven. El aire comenzó a faltarle y su corazón se aceleró.
Sus piernas comenzaron a temblar. Juraría que en cualquier momento caeria de rodillas al suelo.
