Acaso me enamoré

18 2 5
                                    

¡Ah! Mi cabeza me da vueltas, ¿dónde está Sara?

—Muy buenos días Sam, al parecer alguien tuvo una gran resaca.

—Que paso anoche, me acuerdo de pocas cosas.

—Trataste de tomar la misma cantidad que Madelaine y no lograste aguantar.

—Que paso Sam no lograste aguantar mi ritmo anoche.

—Sara se fue después de que te quedarás dormida.

—Bueno, creo que lo mejor será que me bañe.

—Excelente mientras iremos a la cafetería, no te preocupes al rato nos alcanzas.

—De acuerdo.

—Madelaine vienes o te quedas.

—En un momento las alcanzo.

—Ten Sam es mi número de teléfono por si necesitas algo.

—No se que decir

—Tómalo como un regalo

—Para que no te sientas sola en lo que te arreglas para ir a la cafetería, vendrá una amiga que está en mi habitación, se llama Sabine.

—Esta bien

—Bueno ya me voy disfruta tu baño.

En el instante que se retiró Madelaine, saque una toalla, mi ropa y entré al baño, abrí la regadera y espere un momento en lo que calentaba. Al ver ya la temperatura ideal, me introduje a la regadera, el agua caía en mi pelo y en mi espalda. A los pocos minutos salí de la regadera y me empecé a secar mientras oí como se abría la puerta del cuarto.

—Hola, ¿hay alguien aquí?

—Sí deme un momento y salgo del baño.  

Al abrir la puerta vi a una chica de pelo multicolor, unos ojos marrón.

—Que guapa eres.

—Tu también estás hermosa.

—Disculpa, yo debo ser una extraña para ti y no debí decirte eso.

—Descuida, tu no eres una extraña, al contrario he escuchado mucho de ti.

—Bueno creo que lo correcto es que me presente, mi nombre es Sa sa Samantha Bau bau Baudelaire, pero tu me puedes llamar sam.

—Bueno sam yo soy Sabine Wren, dime sólo Sabine, bueno ya que nos presentamos y veo que andas en toalla, me gustaría conocerte a profundidad.

—¡No no no!, se a que te refieres y no tendre relaciones sexuales contigo.

—Me entristece saber eso, sí algún día cambias de parecer avísame.

—Claro, por el momento sólo quiero ser tu amiga.

—Me conformaré con eso por el momento, ten mi número telefónico, para poder escribir en las tardes o en las noches. Por cierto Sam quería tener una cita esta noche contigo.

—Esta bien.

No entiendo porque hoy todo el mundo me esta dando su contacto, es cómo si supieran que va a pasar algo malo, quisiera tener más respuestas, ojalá Sabine me aclare unas cuantas cosas luego.

—Bueno ya estoy lista que te parece si vamos con el resto de las chicas y desayunamos algo Sabine.

—Suena excelente, adelantate tengo que hacer una llamada.

—Claro

Salí de la habitación y espere a Sabine en el pasillo.

—Hola jefa habla Wren, todo va como lo planeamos.

—Excelente, algún progreso.

—Sí ya comencé a ganarme la amistad de Samantha.

—Son noticias motivadoras aunque el tono de tu voz no lo demuestra.

—No es eso, simplemente se han presentado inconvenientes, los aliados de Viollet Baudelaire están en este lugar.

—Tranquila no serán un problema, de hecho ya había sido contemplada esa situación, recuerda que enviaré refuerzos, sin embargo te pido continues con lo acordado.

—Como ordene jefa, intentaré obtener la información de las computadoras de la doctora Snow y de Madelaine.

—Te deseo suerte.

—Gracias jefa fin de la transmisión.

A los pocos minutos vi salir a Sabine de la habitación y ambas caminamos en silencio hasta llegar a la cafetería.

—Ven Sam acá tenemos un montón de comida.

—De qué me perdí chicas.

—No lo vas a creer Caitlin y Sara van a tener una cita esta noche.

Inmediatamente al escuchar esas palabras salir de la boca de Madelaine me acerque a Caitlin y le dije en forma de susurro al fin reclamaste lo que te pertenece, después me senté a desayunar.

Una escritora única Donde viven las historias. Descúbrelo ahora