One Shots - Bughead

película +18

Luego de vestirse y organizarse un poco, jughead bajo las escaleras de su casa para ir a despedirse de su madre.

— solo te puedes quedar por esta noche donde Betty ¿Oíste? — dijo Gladys, la mamá de jughead.

— si mamá, lo sé — dijo en un suspiro.

— y recuerda llegar temprano para que podamos ir donde tus abuelos — ella acomodo el cabello de jughead, quién asintió — cuídate mucho, jug.

— si mamá, lo haré — él dejó un pequeño beso en la frente de su madre — nos vemos mañana.

Luego de un abrazo, jughead, salió de su casa y antes de cerrar la puerta le escribió un mensaje a la rubia.

JUGHEAD: Ya voy en camino a tu casa, amor.
Espero poder verte con una de tus faldas.

El celular de la rubia vibro y ella sonrió al ver el mensaje que se reflejaba en la pantalla.

BETTY: aquí te espero Jugguie.

Minutos después, la rubia le abrió la puerta al pelinegro, quien la abrazo con fuerza.

— ¿Ya te despediste de tus padres?

— bueno, ellos no están... Volverán el lunes — una tierna sonrisa se formó en los labios de la rubia.

— eso quiere decir que ¿Estaremos solos? — ella asintió y jughead sonrió — que bien, será una gran noche.

La sangre viajo a las mejillas de la rubia, quién a los ojos de jughead se veía totalmente adorable. Él se quedó durante unos minutos observándola, admirandola.

Traía puesto un crop top blanco, acompañado por una falda de color rosa... A él le encantaba verla con faldas.

— estás hermosa, amor — dijo dejando un dulce beso en sus labios — preciosa.

Ella volvió a sonrojarse y bajo su mirada.

— bien, vamos a ver esa película que tanto quieres.

Jughead tomo la mano de la rubia y la guío hasta su motocicleta. Puso uno de los cascos en la cabeza de Betty y la ayudo a que se pusiera su chaqueta de cuero.

— ¿Por qué me pones eso? Es muy grande

— lo sé, pero no quiero que recibas mucho frío, te puedes enfermar... Además, me encanta como se te ve mi ropa.

La rubia sonrió y dejó un dulce beso en los labios de jughead. Luego subieron a la moto.

Betty lo abrazo con fuerza y apoyo su cabeza en la espalda del pelinegro. Cerró sus ojos, disfrutando del aire fresco y la tranquilidad que sentía al estar cerca de él.

Al llegar al centro comercial, jughead estáciono su moto y bajo de ella, ayudo a la rubia a quitarse su casco y también a peinarla un poco.

— ¿Estoy muy despeinada, Jugguie? — dijo tratando de verse en el pequeño espejo de la moto.

— ya te lo dije, estás hermosa, amor — él puso sus manos en su cintura y la acercó a su cuerpo — no te preocupes por eso... Mejor, vamos a comprar las entradas para la película.

— ¿Y crispetas? Yo quiero crispetas — ella formó un puchero y jughead sonrió al ver lo tierna que se veía.

— si, también crispetas.

Ella sonrió con emoción y dejó un corto beso en sus labios.

• • •

La rubia subía las escaleras del cine y el pelinegro la seguía detrás con el bote de crispetas en sus manos.

— ¿Que sillas eran?