Capítulo dos: Un café por las molestias.

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Una de las cosas que Valesca disfrutaba más de sus amigos era que a pesar de que estaban en una relación no habían cambiado su forma de tratarse y de tratarla. La única diferencia era que se besaban en frente de los pobres y botaban tanta miel que algunas veces llegaba a desesperarla, pero era más tolerable que otras cosas u otras personas.

Entonces ella sabía que estaban más que dispuestos a escuchar cada uno de sus dramas que, por supuesto, todos giraban en torno de su vecina y, aunque lo negara enfáticamente, amiga Jade.

Ya esperaban algo como: "chicos, creo que me pasé con lo que le hice a Jade, ahora no me quiere hablar". Eso podría ser lo más acertado por la mirada que les estaba echando. Algo estúpido pues, al final del día, aunque se trataran muy mal, aunque se golpearan o se insultaran era inevitable estar molestas por mucho tiempo y dejarse de hablar.

—Bueno, mujer, ¿ahora qué pasó? —preguntó Luke mientras se acomodaba en su sitio. Estaban sentados sobre una silla de madera en el patio del instituto.

—Es que creo que esta vez sí hice algo malo. —Valesca buscaba con la mirada a la chica de ojos claros. Era muy típico de ella aparecerse repentinamente.

—Dilo, mujer —insistió Luke con una sonrisa divertida.

—¿Recuerdan que ayer los llamé como a las 11 para hablarles de la última charada de mi odiosa vecina? —Los dos rieron.

Claro que lo sabían. La chica rubia los había llamado histérica contándoles o más bien gritándoles sobre una fiesta de última hora, pues Valesca argumentaba que antes de las 11 ni el ruido de una mosca se escuchaba afuera de su habitación. Pero solo bastó con tocar la cama para que la horrible y desesperante música llenara el vacío del silencio.

Habían tenido que aguantarle otra de sus rabietas y escuchar cómo se desahogaba diciendo cuanto adjetivo descriptivo se le venía a la mente y cuanta idea de secuestro y tortura se le ocurría para deshacerse de su odiosa vecina.

—Claro que sí, Val. —Rodó los ojos Olivia—. ¿Tuviste algo que ver con lo que nos contó Silas? —Silas era el mejor amigo de Jade y también amigo de ellos tres.

—Depende —soltó jugando con sus manos como gesto de nerviosismo.

—Nos contó que por alguna extraña razón —inquirió el chico con una pobre mirada sutil dirigida a la rubia— al equipo de sonido le cayó bebida y explotó. —Valesca se estremeció un poco en su sitio.

No pretendía que explotara. Tal vez, a lo sumo, que por cosas de la vida un cable importante se rompiera.

—¿Tuviste algo que ver? —pregunta Olivia con cuestionante mirada. Sin un poco de duda en ella.

—Creo —murmura a medias y los dos chicos sueltan una carcajada por la obviedad en su rostro.

—Pero qué hiciste, muchacha, ¿lo dañaste tú? —Su cara cada vez más relataba su nerviosismo.

—¡Pues sí, he sido yo! —grita sintiéndose amenazada—. ¡La estúpida esa no respeta mis horas de sueño y reaccioné, pagué para que mi vecino entrara y acabara con la música! —Los chicos vuelven a reír y el rostro de Valesca se torna de rojo carmín—. Hey, que yo he sido, pero indirectamente. —Valesca se muerde la mejilla desde adentro y mira a todos lados, menos a los chicos.

—¿Ella lo sabe? —pregunta Luke después de burlarse como buen amigo que es.

—No, pero lo cree. —Se mordió el labio.

-Y si lo cree lo sabe —cuestiona Luke.

—¿Debo decirle? —Después de calmarse un poco preguntó.

El oculto significado de amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora