❒ 01.

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Lamentablemente no encontré el vídeo oficial, pero reproduzcan cuando yo avise o de una las veces que quieran.^^
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—YoonGi, Dios.

Exclamó el chico pelirosa caminando a pasos rápidos hacía el pelinegro, que yacía apoyado a penas en la puerta de entrada de la casa. Demasiado lastimado, demasiado débil.

A pesar de que JiMin era más pequeño que él, pudo buscar la forma de ayudarlo a caminar de a poco hasta el sofá y acostarlo en él.

—¿Qué sucedió? —preguntó mientras descubría el estómago del contrario, encontrándose con ematomas recientes, rojos, de color violeta, sangre. Dios, esto le dolía en el alma.

—El hijo de puta de Jisung mandó a todos sus perros falderos a golpearme. ¿Y sabes qué es lo peor? —soltó una leve risa, seguido de una queja—, que ni siquiera estaba él ahí para hacerlo.

—Esto se ve mal —lo miró preocupado. Sus ojos estaban picando, odiaba que sucediera esto, le dolía verlo lastimado y adolorido. Mierda, él ni siquiera piensa en cómo está JiMin al verlo de esa manera.

El pelinegro lo miró adolorido, cómo pidiendo disculpas, sabía que a JiMin no le gustaba todo esto... Ni quería saber nada, pero él era lo único que tenía, y lo único que quería. La única persona que puede curarlo.

No sabe si va a su enamoramiento o que JiMin fue el único chico que alguna vez le ofreció su amistad. Se acercó a él sabiendo lo que hacía y no se alejó. Claro, hasta hace poco...

Y ahora es él, el que no puede alejarse.

Para alivianar el ambiente, sonrió levemente y dirigió la mirada a su abdomen.

—He estado peor.

—Y eso es aún peor. —JiMin se dirigió al baño a buscar el botiquín de primeros auxilios—, y a agradece que mis padres se fueron de viaje —gritó de dónde estaba.

Al volver con YoonGi, se paralizó por unos segundos, lo tenía ahí, sin camiseta, acostado, mostrando su pecho plano y lampiño. Aunque no era un buen momento para esos pensamientos, pero le encantaba el color de piel de YoonGi, blanca como la leche, haciendo que sus venas resalten más, sobretodo en sus brazos. Y su cabello negro que hace una combinación perfecta con su color, pero lo más bello son los lunares que tiene por..

—Hey JiMin, te estoy hablando.

Salió de su trance, volviendo a retomar los pasos hacía YoonGi.

—Perdón, ¿Qué decías? —preguntó mientras abría el botiquín, de ahí sacó algodón y alcohol líquido.

—¿Dónde fueron tus padres? Creí que nunca te dejaban, ¡Agh! —JiMin pasó el algodón con alcohol por las heridas de su cara, y aunque el pelinegro se mentalizó para no quejarse fue inevitable—solo.

—Esta vez hicieron una excepción, de hecho, desde que les dije que tú y yo dejamos de ser amigos me dejaron solo un par de veces.

—Así que el problema era yo —ríe leve de forma sarcástica, porque en realidad no le generaba ni un poco de gracia—, creo que era obvio.

JiMin guardó silencio, se hincó empezando a poner banditas en las heridas de ceja, nariz, y boca de YoonGi, heridas no tan profundas pero si abiertas.

Cuando estaba poniendo bandita en el costado de la nariz, sus ojos se toparon con los de YoonGi, quién lo ha estado mirando todo el tiempo, pero no era su mirada normal, si no una penetrante pero tenía algo más.. esa mirada ya se la ha dado antes pero no sabe qué le quiere decir.

𝐌𝐢𝐬𝐬 𝐘𝐨𝐮  ˗ˋˏYoonminˎˊ˗ [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora