𝐌𝐢𝐬𝐬 𝐘𝐨𝐮 ˗ˋˏYoonminˎˊ˗ [Terminada]

❒ 08.

Despertó lejos de su cama, estaba tirado encima del sofá de la sala, envuelto en mantas. Su cuello y espalda dolían como la mierda, así que lo primero que hizo fue sentarse para estirarse.

Estaba desorientado, no recordaba nada lo que había sucedido la noche ayer, ni por qué no estaba durmiendo en su cama, pero al ver aquel polvo encima de la mesa de centro, junto a un pequeño papel le refrescó la memoria.

JiMin lo había dejado y él tomó lo primero que le iba a hacer sentir bien. Lo logró por unas horas hasta este momento dónde la realidad le cacheteo en la cara.

Ahora solo tenía que levantarse y seguir su jodida vida de mierda lejos de la persona que ama.

La persona que ama. Un hombre mentiroso que no lo merece, pero podría contra eso, podría superarlo.

—Solo debo pensar en salvar a mi amigo. —susurró para sí mismo, pasó sus manos por su cabello, frustrado, pues no tenía ni idea de cómo lo harían.

Se paró del sofá rápidamente, provocándole un fuerte dolor de cabeza que se le pasó a los segundos. Luego caminó a la cocina, directo al refrigerado de dónde sacó una cerveza y una manzana, no comería más que eso, no estaba hambriento.

Se sentó en la mesa de la cocina, dió un gran sorbo a la botella, el sabor amargo se instaló en su garganta, quemandole. Sabía horrible, pero su sed estaba cesada. Comió su manzana rápidamente, pues tenía muchas cosas que pensar e idear antes de tener que juntarse con sus amigos.

Sin embargo, antes de que pudiera pararse de la silla, su celular sonó.

Era namjoon.

—¿Qué sucede? —preguntó, luego dió otro sorbo a la botella.

—¿A qué hora dijiste que tenía que llegar el cargamento? Llevamos en el puerto como dos horas.

YoonGi miró su reloj de forma rápida, eran las once con veinte minutos, inmediatamente frunció el ceño.

—Ya debería estar ahí.

—Estoy esperando junto con Jin, Jisoo y otros más, sin embargo aún no llega.

—Debieron de haberse atrasado —suspiró—, esperen ahí y me avisas cuando llegue.

—Está bien.

Colgó la llamada y suspiró pesadamente, en este momento quería irse lejos de todo, olvidar que está metido en esta vida y vivir una vida tranquila, normal como cualquier otra persona.

Terminó su cerveza y ahora sí pudo pararse de la mesa, fue directo a su cuarto, ni siquiera tenía ganas de limpiar el desastre que había dejado en su sala, luego lo haría aunque fácilmente podría pagarle a alguien por hacerlo. Sin embargo, Siempre le gustó hacerlo él mismo, excepto hoy.

Por qué vamos, estaba con el jodido corazón roto, puede pasar todo el día en cama llorando si quisiera, pero tiene cosas más importantes que hacer y en qué pensar, JiMin no lo haría detenerse.

Se dió una ducha rápida en el baño de su cuarto, inevitablemente salieron un par de lágrimas sin su permiso, ya que al estar un rato en paz volvían todos los recuerdos y palabras que JiMin le otorgó en algún momento, recuerdos de cuando el menor tenía dieciséis y recuerdos de hace unos días que solo le destrozaban más de lo que estaba.

Aún no puede procesar cómo es que dijo amarlo y luego simplemente lo dejó porque estaba confundido.

En algún momento lo superaría, pero sabía que quedaría la marca de JiMin en él, como su primer amor que no tuvo el valor de amarlo.