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Ya había pasado 3 días, 3 días normal y corriente.

Inuyasha hacia sus labores y sorprendentemente no había visto a su señora y... también a su señor... ese día del baño fue la última vez que lo bio.

Los dias de inoyasha iban normal, y más aliviado por no encontrar a su señora, pero por alguna razón se sentía un poco inquieto, se sentía más débil de lo normal cuando lo golpeaban.

Ya estaba por terminar el tercer Día, sólo faltaba algunas horas de la noche y por alguna razón no podía reconciliar el sueño.

Cuando ya estaba dispuesto mejor a descansar y dejar de ver la oscuridad escucho unos pasos que venían hacia su "habitación", eso lo sorprendió por que a esta hora nadie debería estar despierto. Rápidamente inuyasha se iso el dormido, pero valla fue su sorpresa al escuchar como la reja de su "habitación" era abierta.

Inuyasha tembló un poco pero se calmó al escuchar aquella voz que lo sorprendió.

-inuyasha?- pregunto aquel hombre alto, inuyasha se estremeció pero al instante lo volteo a ver para encontrarse con aquella mirada dorada.

- qu-e pa-sa jo-ven señor- respondió inuyasha viendo algo confundido al hombre pero aún así con un rubor en las mejillas.

-nada, sólo.... te extrañe- dijo el hombre quien se miraba con un semblante calmado, se veía relajado, pero a pesar de no verse tan expresivo lo sonrojo al menor

- m-me extra-ño?- dijo inuyasha acomodandoce u sentándose.

- si, o acaso no recuerdas lo que pasó la última vez? - pregunto arqueando una ceja.

Inuyasha se sonrrojo por haber sacado aquel tema, pero aún así asintió - se-señor, ¿Por qué no está descansando?, es muy tarde, que hace en este lugar sucio - pregunto inuyasha intentando cambiar el tema

Sesshomaru sólo lo vio a los ojos y no dijo nada asta unos minutos después - estuve pensando en ti, no puedo esperar - dijo el mayor quien se aserco más a su rostro del menor ya echo tomate.

Inuyasha se sorprendió pero a los pocos milímetros que estaban de cercanía aparto la vista- señor debería de estar descansando ya, no diga esas cosas - dijo inuyasha, para luego de unos segundos voltear a ver a donde estaba el hombre pero valla sorpresa que se dio al ver que era los que tenía enfrente de el, una flor?- que es esto?- pregunto el pequeño quien aún están sonrojado

-una flor- dijo con una ligera sonrisa aunque apenas se notaba ya que era pequeña

Inuyasha la acepto para darle una sonrisa al hombre - gracias señor- dijo para luego ver la flor - es linda - alago, la flor era una color blanca con el centro amarilla.

- Nos vemos mañana pequeño inuyasha - dijo el hombre para salir e irse de ese lugar.

Inuyasha suspiro y vio la flor para luego pensar, -( esto será mi paz?, acaso ahora de tanto sufrimiento podré ser feliz?....)- inuyasha se colocó un dedo en sus labios recordando aquel rose, se sonrojo al instante, para luego cerrar los ojos y descansar con aquella flor a un lado.

....

ya era de madrugada, inuyasha se había levantado temprano como siempre para irse a darce un aseo e dirigirse a hacer sus obligaciones, toda la mañana se la paso tarareando, esa noche había soñado algo muy lindo, aparte de ver A aquel hombre que no veía ase unos días, soño con sus padre, o al menos fue un recuerdo, eran tan felices, hay inu no taisho le enseñaba a percibir los ruidos la presencia de alguien, haveses jugaban con ese tema, fue tan lindo.

Inuyasha al igual que los demás días su rutina fue la misma lo único que fue diferente es que no sentía mucho dolor en su cuerpo, pero en cualquier momento su señora lo llamaría así que debia acostumbrarse a no sentir aquellas heridas que sanaban un poco luego de lo que pasó, sólo quedaron pequeñas marca con el paso de los días ni se notaban, el único lugar que le seguía doliendo era su espalda, era el único lugar que aquel hombre no lo había hecho... lo que le había hecho, se sonrojo de tan sólo pensar en aquello ocurrido.

Mentiras~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora