XV

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Ya había pasado el día entero, por una extraña razón Sesshomaru no dejaba que pasará a la habitación  el menor quien se quedó afuera asiendo sus labores.

Inuyasha se intentaba calmar para no sentirse mal ya que si pensaba de más aquel tema se sentía más débil.

Ya era el atardecer, el menor estaba en su "habitación" viendo aquellas dos flores, se puso triste al recordar que el causante de aquella ra6ra actitud de su ¿compañero?, ¿eso era? 

Inuyasha se puso a pensar en que ninguna vez le pregunto que eran, en ese tiempo no le importó ya que con sólo saber que aquel lo quería se sentía seguro, aquellos cariños, no era falta que le dijese que fuera su pareja, ya se le había confesado y él lo había aceptado, ¿No?.

Salió de aquella celda y se dirigió afuera, hoy había luna nueva, al ya salir de aquel lugar, pudo ver como aquel hombre de ojos rojos se le iba acercando eso lo hizo que se alejara instintivamente.

- Oh, tú eres el pequeño humano ¿No? - pregunto el hombre con una sorisa sacarrona, el menoe solo asintió.  - Te vez más lindo en hanyô~ - se acercó más. - Tú olor es muy dulce para ser cierto niño.  - alago el ojisangre  acercándose mas al chico.

Inuyasha sólo intentaba sonreír por un lado a la fuerza con un poco de nerviosismo, cada vez que daba un paso él iba retrocediendo.

- Gra-Grasias señor, ¿Podría sa-saber q-que de-decea? - pregunto con un leve sonrojo por la cercanía.

- ¿Se encuentra Sesshomaru? - pregunto alejandose un poco. El menor asintió. - Si ya lo veo. - dijo el hombre viendo a un punto atrás de Inuyasha, el menor volteo a ver, teniendo a aquel albino con un semblante serio eso provocó que separará su mirada con nerviosismo y evidente sonrojo en sus mejillas.

- ¿Qué haces aquí?  - pregunto el peliblanco llegando.

- Venia a contarte algo, es muy importante~  - respondio el de ojos rojos frunciendo ligeramente el ceño.

Sesshomaru sólo asintió - Vamos a mi oficina. - dijo el mayor dandose la vuelta y ser seguido por el de ojos rojos quien le sonrió al chico quien tenía la mirada baja.

Inuyasha suspiro cuando sintió que ya no estaban serca, le dolía que lo ignorara el albino pero quería pensar que aquel hombre era así y no había ningún problema ¿No?.

Salió al patio para ver como el sol se ocultaban, aquel bello atardecer.  Inuyasha sonrió ligeramente pero de eepente vomteo a ver donde  escuchaba aquellas mujeres quienes iban ablando, escucho lo que decían por su instinto, podía oir y oler muy bien.

Aquellas mujer hablaban de bebés y celo, eso provocó que le viniera aquella linda idea, acaricio su vientre y sonrió ligeramente "¿Como sería si tuviera un hijo de Sesshomaru?" Se pregunto asiendo que sus mejillas se ruborizaran.

No sabía como funcionaba aquello pero se sentía feliz al imaginar aquella escena, un niño o una niña, sería muy lindo.

Inuyasha fue sacado de sus pensamientos al escuchar aquella voz conocida llamarlo.

Inuyasha volteo a ver a la proveniente de esa voz - El señor te quiere en los pasillos del lado sur del Palacio. - aviso aquella mujer pelicafe quien se veía más tranquila para ser real, aquella mujer que lo despreciaba le estaba hablando con ¿Respeto?, aquella orden hizo que se le viniera un mal presentimiento pero luego negara su rostro, no sabia por que pensaba mal si era de su Alfa que se trataba. Ignoro toda sus sospechas y fuera a aquel lugar.

Inuyasha iba corriendo por los pasillos, estaba feliz por que aquel hombre que hacía que se sintiera tan feliz y amado quisiera hablar con él, no habían hablado hace un buen rato y ser llamado lo ponia feliz, también quería verlo y sentir aquel aroma.

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⏰ Última actualización: Aug 01, 2022 ⏰

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