1. Whoops! Shizun es un gato.

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DÍA 1: Cambiaformas.

Shang Qinghua realmente se arrepiente de sus pecados. Y del montón de flores mágicas que utilizó para impulsar la trama de su novela y desencadenar los poderes de su protagonista.

Pero él... ¡¿realmente no recuerda un tipo de flor que te convierte en un gato?!

Siendo sincero, cree que Shen Qingqiu (independientemente de tratarse del maestro escoria o el torpe Hermano Pepino) tiene una suerte de mierda.

Sólo el propio Shen Qingqiu es capaz de encontrar esta flor, de la cual ni él mismo recuerda su nombre (por todos los cielos, él ni siquiera recuerda la mitad de las sub-tramas que utilizó como relleno para su novela bebé de mierda) y recibir algún tipo de daño por el contacto directo con ella.

Recuerda haber escuchado a Ming Fan (ese tonto discípulo carne de cañón) decir que Shen Qingqiu había encontrado esta planta maravillosa que traería un montón de beneficios a su piel y le pidió a Luo Binghe que la preparara por él. Por supuesto, no notaron nada extraño hasta que las consecuencias fueron demasiados obvias para ignorarlas.

Resulta que esta flor se llamaba "Flor de Leche" y que se encontraba en lugares como cuevas de tierras propicias y lagos alejados de los suburbios. Ya el nombre dejaba bastante qué desear, tanto para la mente sucia del sabio Avión como lo debería haber sido para el Hermano Pepino.

Además, Shang Qinghua no pudo descifrar en qué parte del esquema desorganizado e improvisado estaba esta flor de mierda. Incluso lloriqueó en secreto por ello.

Luego, al caer el sol de la tarde, recibió una visita inesperada.

—¡Maldito Avión, juro que voy a matarte! —Shang Qinghua pudo escuchar la puerta de su oficina siendo azotada y a una figura vestida de verde entrar por la puerta con una expresión de rabia contenida. Había una capucha cubriendo su cabeza, por lo que, al principio, Shang Qinghua no le tomó demasiada importancia.

(Ya estaba acostumbrado a ser insultado por sus compañeros, y Shen Yuan no era más amenazante que El Dios de la Guerra del Pico BaiZhan o su Dawang).

Inmerso en su papeleo, Shang Qinghua continuó escribiendo el documento y, sin levantar la cabeza, murmuró un perezoso: —Oh, Hermano Pepino, has vuelto a visitar a este solitario amigo.

Entonces sintió que el cuello de su túnica era arrastrado hacia arriba y la respiración agitada y caliente de Shen Qingqiu chocar contra su rostro. Fue ahí cuando se dio cuenta de que algo grave podía haber pasado, tomando en cuenta que Shen Qingqiu tenía este tic nervioso en el ojo que había adoptado desde que se vio envuelto en tramas que lo involucraban directamente.

También notó que se veía aún más apuesto teniéndolo así de cerca. La mirada fría y despectiva dirigida hacia él podía fácilmente compararse a la de Mobei-jun.

(Ugh, no homo, bro).

—Oye, estoy algo ocupado ahora y... —comenzó Shang Qinghua, tratando de calmar los ánimos del contrario, hasta que la capucha que cubría la cabeza de Shen Qingqiu cayó sobre sus hombros y dos grandes orejas puntiagudas se llevaron toda su atención—. ¡Santa mierda!

Las orejas se movieron levemente hacia abajo, como si tuvieran vida propia.

Shang Qinghua jadeó y quiso acercar su mano para acariciar una, pero esta fue apartada de un manotazo del contrario.

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