Anatomía de un melancólico del tercer milenio

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Hoy no fui al gimnasio, seguí durmiendo hasta las nueve que sonó el round del albañil .
De viernes a domingo estuve en jornadas en Córdoba y volvimos en avión con Edding.
Lo dejé en Luján y me fui a tomar un café, cuando lo veo pasar y volverse a café y sorprendernos de un encuentro que atribuimos al magnetismo mesmerico.
Me lee a G. , del libro de su viaje a NY. La parte de que no somos un yo, sino un ejército o montonera.
Y lo del sitting, preanuncio, lo de una gorra y anotar una intención
Salimos del café.
Visitó a mi madre.
Dentro de dos semanas se produce un hecho histórico en Mendoza , por primera vez el linaje G. apoyará sus pues en la costa desértica.
Solos en Córdoba, apenas seis o cinco y de ellos tres de fierro. ¿Por qué? Después de un esfuerzo magnético de treinta años, unos pocos, nada, a pesar de ingentes esfuerzos.
Preparar las jornadas, casi un campo de concentración , de esfuerzos, nadie se l banca?

Diario de un dormidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora