En algún lugar de Michigan se encuentra la ciudad de Royal Woods, un lugar simple, rodeado de vegetación y con mucha gente dispuesta a regalarte una sonrisa si le miras en la calle, claramente un lugar agradable para vivir en familia.
Tal es el caso que una familia gozaba de dicha bendición, teniendo hija tras hija, hasta que fueron 11 en total, 10 chicas y 1 chico, una familia que dependiendo a quien le preguntaras su opinión podía cambiar considerablemente desde un "son simpáticos" a algo que no expondré porque esta historia no tiene el aviso de "madura". Así es mi estimado lector, hablo de los Loud.
Los chicos y sus múltiples... aventuras habían causado más de un estrago como momento de gracia para los habitantes de la ciudad, entre eso, varios habían probado multitud de trabajos de medio tiempo para poder costear sus pasatiempos, y ahora era el turno de nuestro peliblanco protagonista.
El muchacho a sus 15 años había demostrado un fuerte interés en la magia y el ilusionismo, pasatiempo que claramente requiere invertir una buena suma en artefactos trucados y elementos de un solo uso para sus actuaciones, siendo que últimamente había estado participando en varias de las fiestas de sus compañeros como animador de eventos e ilusionista.
Sep, el chico había alcanzado un grado de popularidad estable, pero eso conllevaba otro problema.
Estaba completamente arruinado.
- Entonces... ¿Cuándo empiezo?
- Nunca, largo.
El peliblanco salió en silencio del arcade, lugar que antaño había sido casi su segunda casa al pasar tantas tardes allí jugando videojuegos, pero que ahora intento convertir en su fuente de ingresos principal, algo que no había salido bien.
Miro de reojo una segunda vez el local, observando como el gerente le miraba fija y agresivamente, como si esperase cualquier respuesta para comenzar una pelea.
Lincoln solo pudo suspirar ante eso antes de sacar su móvil y borrar el local de la lista de lugares donde tenía alguna entrevista.
- Bien, supongo que la mejor opción no fue, es triste pero ya que, es hora de la siguiente.
Y con una sonrisa en su rostro, el muchacho comenzó a caminar con determinación hacía su siguiente entrevista.
- No.
- Ni creas.
- Jamás.
- No quiero perder clientes.
- Solo si me dejas tocar ese trasero tuyo.
- Niet.
- Ya te rechacé una vez idiota.
- ¿Qué tal...? ¡Nunca!
- Amigo, quiero ganar dinero, no perderlo.
- Ni en tus sueños.
Después de casi 5 horas recorriendo la ciudad, Lincoln se encontraba tirado en una banca de uno de los parques al otro extremo de la ciudad mientras miraba el cielo, sonriendo mientras se perdía en la tonalidad naranja que este tenía.
Todos los lugares a los que había postulado le habían rechazado ferozmente.
¿Acaso era porque Lincoln hizo mal las entrevistas?
¿O acaso fue porque no sabía nada de lo que iba a hacer?
No, la respuesta siempre terminaba siendo la misma.
Todos tenían miedo de verse envueltos en alguna de las aventuras de aquella icónica familia y terminasen con sus lugares destruidos.
- Nadie me quiere, todos me odian...

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A tu servicio madam
FanficTodo adolescente necesita dinero, ya sea para alguna cosa de provecho o simplemente perder el tiempo, algo que Lincoln sabe perfectamente. Y el sabe una forma perfecta de obtenerlo.