𝗧𝗥𝗢𝗨𝗕𝗟𝗘 || ❝Estoy en problemas porque no puedo elegir entre Namjoon y Jungkook❞
Park Hana es una estudiante de medicina que como cualquier joven, se divierte y disfruta la vida. Es novia de Kim Namjoon, un apuesto e inteligente chico estudian...
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Estaba leyendo los últimos párrafos del tema de bioquímica cuando escucho la puerta principal abrirse, no me preocupo, debe ser mi mamá. Pero sospecho que no viene sola cuando escucho una risa más junto con la de ella, luego entran a su habitación y dejé de escuchar algo.
Lo peor llegó después de unos minutos, preferí dejar mi estudio de lado, ponerme los audífonos con música a todo volumen e intentar dormir para no escuchar aquel acto que un hijo no debería escuchar hacer a los padres.
No sé en qué momento finalmente pude dormir.
En la mañana me desperté y me levanté como todos los días, recogí los libros que estaba estudiando anoche antes de hacer interrumpida por mi madre y su nueva conquista. Salí de mi habitación y bajé las escaleras.
Me llevé una gran sorpresa al ver a mi madre sentada en el comedor junto a un sujeto, ambos estaban besándose.
Puaj. Es desagradable ver a dos adultos besarse como si dependieran de ello.
Fingí toser para llamar la atención de ambos y que se separaran.
—Oh Hana, hola.
—Hola mamá. —miré al sujeto. —Y hola, desconocido.
Mamá se levantó de la silla y se puso detrás de este sujeto, que por como lo estoy viendo justo ahora, parece más joven que mi mamá, mucho más joven diría yo, incluso puedo decir que lo he visto antes pero no recuerdo donde.
—Hana, él es Jinwoon. —él se paró y me saludó con la mano. Pero eso sí, con la cabeza abajo, como si tuviese miedo de que lo viera por completo. —Jinwoon, ella es mi hija Hana.
Silencio incómodo.
—Mamá, ¿podemos hablar un segundo?
—Hay que desayunar antes. —antes de que se volviera a sentar la detuve.
—Por favor, mamá. —renegó antes de darle un beso al tal Jinwoon, dirigirse hasta mí y ambas subir las escaleras hasta mi habitación.
—¿Que sucede, Hana querida?
Me crucé de brazos.
—¿En que habíamos quedado, Marie? —suelo llamarla por su nombre cuando estoy molesta.
Frunció el ceño.
—Recuerdamelo. —pidió.
—Quedamos en que no traerías a más hombres a la casa.
—Hana...
—Es peligroso.
—Esta es la última vez. —me tomó de los hombros. —Él realmente me gusta.
