𝗧𝗥𝗢𝗨𝗕𝗟𝗘 || ❝Estoy en problemas porque no puedo elegir entre Namjoon y Jungkook❞
Park Hana es una estudiante de medicina que como cualquier joven, se divierte y disfruta la vida. Es novia de Kim Namjoon, un apuesto e inteligente chico estudian...
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El resto de la semana transcurrió aburrida y sin ningún entretenimiento. Namjoon estuvo muy ocupado con sus deberes de la universidad que no pudimos vernos por las tardes, y no sólo por él, yo también tuve muchos pendientes de la escuela esta semana. Estaba agotada, lo único que quería era dormir por tres días sin despertar, y es gracioso porque apenas va una semana desde que empezó el semestre, no me quiero ni imaginar como estaré a mediados del curso.
—Esto no es nada Hana, el verdadero estrés viene en los próximos semestres. —dejó una taza de té frente a mi.
—Gracias mamá, eso es lo que quería escuchar justo ahora. —bebí de aquel té.
—¿Tienes tareas?
—Afortunadamente son pocas, las haré en el resto de la tarde.
—Puedes llamar a ese noviecito tuyo para que te haga un poco de compañía.
Esa era buena idea, podíamos la tarea juntos.
—¿Vas a salir? —pregunte.
—Sí, Junwoon me invitó a una discoteca nueva.
—No estás en edad para ir a discotecas, mamá. —reí.
—¿Que te pasa, eh? Apenas tengo 34 y parezco de 20.
—Quisieras. —ambas reímos.
—Solo iré un rato, vendré más tarde.
—Claro, diviértete.
Salió de casa y se montó en su auto.
Yo llamé a Namjoon para ver si quería venir, al principio se negó porque tenía mucha tarea pero lo convencí para poder hacerla juntos. Traje los libros que usaría para acabar con mis pendientes y los puse sobre la mesa de centro, en ese momento tocan el timbre.
Abrí la puerta.
—Hola. —me acerqué y lo besé.
—Hola. —lo hice pasar. Dejó su mochila que pesa como diez kilos encima del sillón.
—¿Quieres algo de tomar? —le ofrecí.
—Agua está bien.
Serví un vaso de agua y el otro de jugo y los llevé hasta la mesa de centro. Me senté en el piso junto a él. No pude evitar abrazarlo, lo extrañaba.
—Te he extrañado mucho. —dijo al mismo tiempo que me atrapaba entre sus brazos.
—Yo también.
—Quisiera quedarme así toda la tarde pero debemos hacer tarea.
—Cierto. —hice un puchero, él me da un beso en la cabeza y nos separamos.
