✧.˚ Living with a vampire | sungsun

8 - truth

— Hoon, tenemos que hablar. – ese día Sunoo lo había decidido. Le iba a contar la verdad a Sunghoon para decidir la absoluta decisión.

Habían pasado cinco meses juntas, y Sunoo estaba segurísimo de la suya. Realmente quería pasar toda la eternidad con el menor, pero no sabía lo de Sunghoon. Esperó que el menor fuera a la sala, y tomó sus manos.

— ¿Pasa algo?

— Tengo que contarte algo. – ambos se tensaron. – ¿Recuerdas las bromas que te decía hace meses?

— Ah, si, la estupidez esa de que eres un vampiro. – ríe, y se acerca a besarlo. – ¿Quieres ver Dracula? Bla bla bla. – con sus dedos fingió colmillos, pero al no ver la risa de su menor. – ¿Pa-pasa algo?

— En realidad, Sunghoon, soy un vampiro.

— ¿Hay una cámara aquí, amor? – buscó en la sala, riendo nervioso, y después volteó a ver a un agotado rubio.

— Es verdad, soy un vampiro, nací en el 320, tengo 1700 años. – le mostró las fotos viejas. – Sunwoo Pancracio Kim soy yo, mi abuelo soy yo, siempre he sido yo, he vivido por 1700 años, créeme, por favor. – lo miró, buscando algún rastro de mentira en sus ojos, pero luego rió.

— Sí, qué risa, Sun, ya di la verdad. – sujetó sus manos, y volvió a ver sus ojos. – Sunoo. – no encontró otro rastro de mentira, y suspiró. – Entonces, resulta que eres un vampiro, tienes 1700 años...

— Cada semana tengo que beber sangre para mantenerme con vida...

— Conviertes a alguien en tu esclavo por semanas, tienes hambre de sangre. – rió seco. – ¿Qué falta, que siempre quisiste beber la mía?

— Quiero agregar un detalle, Sung... – y esa fue la palabra que alteró al menor.

— Dame una prueba de que es real. – su mandíbula se tensó, y Sunoo le mostró sus dientes afilados. – Si me diste un acta de nacimiento, enséñame las otras que has usado.

Sunoo torció sus ojos y caminó hasta su cuarto, abrió el techo, abrió una caja fuerte, sacando más de 20 hojas. Se las mostró al menor.

1900, 1980, variando. Arrugó su ceño.

— ¿Ahora si me crees?

— Dame unos días.

— Hoon, ¿me crees?

— Dame unos días, Sunoo, iré con Ni-ki en esos días. – hizo una mueca. – Mordiste a Ni-ki. – cerró sus ojos en frustración. – Iré con mi mamá, necesito unos días, Sunoo, necesito unos días para esto.

Y caminó a su cuarto, bajó una maleta, y se acercó al mayor para besar su frente y luego besar sus labios.

— No pasa nada, sólo necesito pensar, pero entre nosotros dos está todo bien, ¿si? – y otro beso para irse de su pequeño departamento.