'ᴛɪʟ ɪ ᴡᴏᴋᴇ ᴜᴘ ɴᴇxᴛ ᴛᴏ ʏᴏᴜ

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¡Eres un estúpido humano!

El rizado se encontraba sentado en el sillón de la sala, presionando sus sienes contra sus manos temblorosas. Lágrimas de frustración bajaban por su rostro, dejando marcas rojizas en sus ojos.

¡Maldito intento de Alfa! No sabes lo que acabas de hacer

—Oh, mierda, cállate —siseó, agarrando su celular y marcando al número del Omega.

Este número está ocupado.

—Louis, por favor —sollozó —. No quise decir eso. Contéstame, por favor.

Buzón de voz.

Intentó unas tres veces más y todas eran lo mismo hasta que...

Este número está suspendido o se encuentra fuera del área de servicio...

—¡Maldita sea!

—¡Cobarde!

—¡Cállate de una vez! Nuestro Omega no contes...

Aquel comentario pareció sacar, finalmente, de sus casillas al lobo —¡No es tu Omega, estúpido humano! ¡Si me hubieras escuchado desde un principio esto no hubiera pasado! Louis es un Omega forjado por la luna que no supiste cuidar ni amar y, por tu culpa, no lo volveré a ver —lo último salió con agonía.

—¡No lo hubieras engañado con esos cuentos baratos del destino!

—No voy a lidiar contigo hasta que decidas ser un humano racional y aceptes todos los errores que acabas de cometer —Harry sintió cómo poco a poco se le fue cerrando la garganta, impidiendo el paso del aire que fue acompañado por dolores en su cuerpo como si lo hubieran golpeado fuertemente hasta romper sus huesos —. Disfruta tu tiempo a solas —fue lo último que escuchó de Farskyll.

Soltó un grito agonizante cuando sintió cómo el lobo dejaba su puesto solo y sabía lo que significaba. No sería Rey, pero el Alfa lo castigaría... era lo justo.

Pálido, caminó a su alcoba, donde se recostó en su nido. Aquel bulto de mantas donde aún permanecía un poco del aroma de bosque del lobo que había herido.

Su cuerpo durmió, pero su mente no descansó, rememorando cada segundo a detalle las palabras que habían salido como dagas de su boca. Al despertar, se dió cuenta que iba tarde a su primera hora.

Sin ganas, se cambió -colocándose unos lentes de sol- y se encaminó a su facultad sin fijarse cómo se veía. Simplemente empacó lo que necesitaba para el día con la esperanza de encontrarse con aquella criatura de orbes azules.

El timbre sonó, dando por terminada la primera hora y, cuando los alumnos salían de sus salones, Harry entró al suyo, sentándose al lado de su amigo.

—Mierda, Harry. ¿Qué te pasó? Luces horrible —lo saludó tan amablemente.

—Ah, Oliver, hola. ¿Has visto a Louis?

—No —suspiró preocupado, el rizado ni se molestó en imitarlo o fingir que no sabía una mierda de su probable motivo de falta —. Escuché que se pudo haber enfermado.

—Vale.

El silencio reinó unos segundos entre ellos, con el cuchicheo de fondo.

—Harry.

—¿Mhm?

—¿Qué ocurrió?

Con un nudo en la garganta y sus ojos llenándose de agua le contó sus arrepentimientos susurrados a su pelirrojo amigo. Quien, a pesar de querer golpearlo, trató de consolarlo.

(It Was A) One-Night Stand ('Til I Woke Up Next To You)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora